“Fiesta De Uno” solidaridad para los solteros (con un mensaje para los casados también)

Al leer Fiesta de Uno, estaba sorprendida acerca de cuán a menudo reconocí clichés como esos:

“Dios tiene un esposo maravilloso guardado para ti”

“Cuando dejes de buscar, un chico llegará”

Como mujer soltera, escuche esas frases, pero ¿Son prometidas en las escrituras? A través del libro, Smith mira a estas y otras frases, identificando lo que en verdad significan y si se encuentran en las escrituras. Si no es cierto, útil o bíblico, necesitas dejarlo ir.

También me sorprendió cuando Smith descubrió algunos clichés cristianos y los reveló como mensajes de prosperidad del evangelio. Las conexiones fueron irresistibles. En vez de prometer salud y riquezas, se nos promete prosperidad en las relaciones. Aun cuando Dios no prometió matrimonio a cada cristiano, le decimos a nuestros amigos solteros: Solo sigue a Jesús fielmente, y Él te dará un esposo. Pero ¿Por qué? ¿Por qué quienes van a iglesias creyentes del evangelio dicen esas promesas falsas para herir a sus amigos?

¿Quizás porque hace a Dios lucir justo? Si nuestra amiga soltera es tan divertida, atractiva, lista y santa como cualquier otra persona casada entonces ¿por qué Dios no provee un esposo para ella? Smith simplemente responde, “No nos gustan los enredos y no nos gusta el dolor”

La iglesia ha pasado un momento duro al caminar con solteros que quieren estar casados porque no están cómodos con el dolor, especialmente cuando parece un dolor irrazonable y prolongado sin una fecha final a la vista. Una gran cantidad de los malos consejos que la iglesia da a solteros parece surgir de esta aversión al dolor y al cuidado honesto de la iglesia por los solteros. “Fiesta de Uno” no es realmente una guía para ministros solteros, sino una súplica sincera a la iglesia para que deje de ver la soltería como un problema que arreglar y comience a verla como una etapa válida de la vida.

Smith dice que la parte más difícil de ser soltera para ella fue no saber cuándo terminaría. “Cada día podía ser el día en que tu vida cambie. Cada hombre soltero que conoces puede ser el hombre con el que pasarás el resto de tu vida”

La parte más difícil de ser soltero es una de las lecciones más grandes, creo, que las personas casadas pueden aprender de las solteras. Cada día tiene la capacidad de alterar el resto de nuestras vidas, el matrimonio no es una garantía, así como tampoco lo es permanecer saludable o envejecer con tu esposo. Solo el amor y el carácter fiel de Dios está garantizado.

Dios podría darle a Smith un matrimonio muy pronto, así como también un matrimonio nunca podría darse para ella. Aun así, ella escribe “Dios aún es bueno. Dios tiene el control… hay mujeres solteras que servirán a Dios con todo, que desean una compañía y que nunca serán “remuneradas” con un matrimonio terrenal – y Dios aún es bueno”

Smith cita a Gina, una de las mujeres de las discusiones de mesa. A las solteras que quieren estar casadas, a las esposas que quieren ser madres, y a cualquier mujer que desee algo profundamente – todas haríamos bien al seguir el consejo de Gina:

“La única cosa que deseo que alguien me hubiera dicho cuando era joven era, “Incluso si no te casas, estarás bien. Sé que quieres un matrimonio e hijos, pero a pesar de todo, vas a estar bien. Puedes tener deseos no completados pero la vida sigue”. Ese es un mensaje que la iglesia necesita esparcir.”

El libro está dividido en tres partes, dedicadas a las promesas y tópicos, soltería, sexualidad y citas en la iglesia. En la segunda parte, Smith señala problemas complejos y silenciosos que afectan a los solteros cristianos como la masturbación y la sexualidad. Una vez más, ella ofrece más preguntas que respuestas y cita a expertos en psicología clínica como la Dra. Kim Gaines Eckert y teólogos como C.S. Lewis.

En esta sección, así como en el resto del libro, una de las soluciones definitivas que Smith ofrece es que la iglesia hable más acerca del problema. Aprecio que fomente a la iglesia a discutir problemas importantes de la vida en comunidad. También aprecio que no fue rápida al momento de asignar soluciones inapropiadas a problemas complejos. Pero ¿Solo hablar más de esto? ¿Es eso lo mejor que podemos hacer?

El enfoque inicialmente me dejó frustrada con el libro “Fiesta de Uno”. Me pregunté cómo hablando simplemente del problema puede ayudar honestamente, hasta que leí la descripción de cómo ocurre en su vida:

“Fomento a que todas permanezcamos involucradas en la comunidad y en nuestras iglesias locales. Estas son las personas que nos hacen ser responsables, haciéndonos preguntas incómodas. Porque sé de mi amiga, que lucha contra una historia de abuso sexual, oro por ella los lunes por la tarde cuando mi teléfono me lo recuerda. Una amiga y yo regularmente comparamos notas acerca de cómo funcionan nuestras hormonas, qué tipo de sueños tenemos y si sentimos la necesidad de confesarnos en pleno Starbucks. Y cuando hablo con mi otra amiga comprometida, regularmente discutimos si ella y su prometido están teniendo sexo… no con culpa o miedo, con amor porque quiero lo mejor para mis amigas y ellas quieren lo mejor para mí.

La imagen de las cristianas buscando santidad juntas cambió mi mente. Ellas hablan regularmente y regularmente de sus luchas porque son conscientes que no pueden lograrlo solas.   

“Hagamos de la iglesia un lugar donde creemos espacios para tener conversaciones reales…”

Smith señala que la respuesta de la iglesia a las luchas de la soltería ha estado enfocada en el entrenamiento de castidad en grupos juveniles y en motivar a jóvenes adultos a esperar hasta el matrimonio. Pero ¿Y si el matrimonio ocurre después de los 25 o no ocurre? Leer “Fiesta de Uno” es un buen lugar para empezar.

Recomiendo este libro a cualquier mujer que esté soltera o esté luchando – tu “Fiesta de Uno” puede ser válida, puede valer la pena y tener un significado profundo. A los casados y a los líderes de la iglesia, este libro es una rara oportunidad para entender mejor a un grupo en aumento y marginalizado de personas que se sienten solas en nuestras iglesias.

Joy Beth Smith es una gerente de edición en “Cristiandad Hoy” y es la ganadora del premio de “La Asociación de Prensa Evangélica” en la categoría de periodismo cristiano. Ha ido publicada en el New York Times, Washington Post, Salt Lake Tribune, Virginian Pilos y Cultura Cristo y Pop. Luego de obtener su título de maestría en inglés, Joy Beth tuvo una pequeña experiencia como profesora. Ahora reside felizmente en el área de Chicagoland, donde ya no tiene que pedir permiso a nadie para ir al baño.