Hay unas cosas que solo el tiempo y la perspectiva te puede enseñar. Si tu madre sigue con vida entonces tienes la bendición de tener una relación única con una de las mujeres más importantes de tu vida. El día de hoy te quiero compartir unas cosas que estoy aprendiendo solamente viéndolas en retrospectiva.
Mi hermana falleció repentinamente en el año 2000 de un infarto cardiaco cosa que fue totalmente inesperado para todos. Apenas tenía 53 años y su muerte nos dejó a todos en un mundo muy oscuro. En aquel entonces mi esposo y yo acabábamos de adoptar a un grupo de tres hermanitos y la muerte de mi hermana cambió radicalmente nuestro ritmo normal de vida, pero a la vez nos forzó a aceptar la nueva realidad de nuestras vidas.
Mis padres decidieron irse a vivir a un lugar para personas de la tercera edad en el 2007 y dos años más tarde mi papá falleció. Tan solo un año más tarde mi madre también falleció después de haber pasado tiempo fuera en un lugar con temperaturas muy heladas, justamente en la víspera de Navidad. Para hacer las cosas aun, pero, en aquel día se registró la peor tormenta de nieve en el estado de carolina del norte, un lugar en donde casi nunca nieva antes del año nuevo.
Recientemente estuvimos en el funeral del abuelo de mi yerno, y yo estaba abrumada con tantos sentimientos. Lloré en el carro, en la iglesia, y en la casa. Parece como si hubiera sacado toda la tristeza desde lo más profundo de mi ser.
Pero ¿por qué ahora? Puesto que por tantos años yo he sido “la fortaleza.” Después del fallecimiento de mi hermana, mis padres dependieron de mí para recibir ayuda física y emocional para salir adelante. Mi sobrina me necesitó para ser el personaje que pudiera ayudar como una madre sustituta. Mis hijos adoptivos necesitaban que yo fuera una fuerza constante de amor y cariño para que pudieran volver a tener el valor de confiar en la gente nuevamente. Cuando mi padre falleció, mi madre necesito de mi para consolar y acompañarla y cuando ella falleció yo tuve que ponerme a saldar las cuentas de su herencia y sus posesiones por lo que no tuve tiempo para estar en duelo.
Pero este día durante el funeral finalmente solté todo. Recordé todas las muertes de mi familia, sentí todo el dolor y tristeza. Y por más que pensé haber hecho todo lo que podía para estar presente en cada momento, me he dado cuenta de que, de poder regresar en el tiempo, me hubiera gustado hacer cosas de una forma distinta. Palabras que hubiera dicho de una mejor manera y momentos que hubiera compartido. Sé que no es bueno vivir con remordimiento por lo que me gustaría compartir contigo unas cuantas cosas que he aprendido de estos momentos de dolor.
Trata a tu madre (o hermana) individualmente como persona única.Cada una de ellas es una mujer con un pasado, con un presente y con un deseo de tener un futuro con esperanza. Ella es mucho más que tu mamá. Ella tiene muchos sueños y metas y recuerdos para compartir y lograr. Platica con ella, hazle preguntas, mírala a los ojos y observa y aprende cosas nuevas de ella. No te pierdas ni una sola oportunidad para compartir tus pensamientos y sentimientos con ella puesto que su consejo y sus palabras resonaran en tu vida por muchos años.
Dile que es hermosa. Hazle cumplidos bonitos. Mi madre no solía tomar los cumplidos con mucha gracia por lo que en algún punto simplemente deje de hacerlo. Pero debí haber sido más persistente y seguir intentando. Mi madre siempre fue muy elegante y siempre se arreglaba bien. Debí haberle dicho más de una vez que yo me sentía tan halagada cuando la gente notaba mi parecido físico con mi madre. El día de hoy me gusta ver sus retratos y ver lo hermosa que era. Hoy por hoy, tengo la gran bendición de tener una hija que se parece mucho a mí. Estoy dispuesta a aceptar todos y cada uno de sus cumplidos, así como otorgarle muchos a ella. Es un regalo que Dios me ha dado, no lo desperdiciaré.
Dile que te sientes orgullosa de ella.Cuando dejamos a nuestro hijo en su colegio después del funeral, le dije que estaba muy orgullosa de él, me tomó la mano y me dijo que él estaba orgulloso y agradecido por la forma en la que lo eduque. Por más que me gustó escuchar estas palabras, no pude contener las lágrimas de emoción. Como madre es hermoso escuchar que mis hijos están orgullosos de la labor que hecho por ellos.
Dale las gracias.Como madre sé que nada es más valioso que las palabras de agradecimiento que provienen de un corazón sincero verdaderamente son un bálsamo a nuestra alma. Palabras de agradecimiento que provienen de un corazón humilde, sanan muchas heridas.
Afirma el papel que ella tienen en tu vida. Dile cuánto la necesitas y cuánto la amas por lo que quieres que ella esté siempre presente en cada una de las etapas de tu vida. Todos necesitamos una razón y un propósito para vivir. Ayúdale a tu madre a ver que ella es una influencia positiva en tu vida.
Recuérdale lo queProverbios 139:14dice: “Te alabaré, porque asombrosa y maravillosamente he sido hecho; maravillosas son tus obras, y mi alma lo sabe muy bien.”
Este artículo fue originalmente publicado en “Marty’s Musings” y fue tomado con permiso del autor.
Marty Walden tiene mucha pasión por compartir su vida, fe, sueños y aventuras como una madre hijos tanto biológicos como adoptivos.