La Biblia es un libro maravilloso e incomparablemente superior a toda otra obra humana. Es la revelación del Dios de los cielos, la lámpara a los pies de los hombres, y la verdad que nos apunta al evangelio de salvación eterna. Ya que es la Palabra de Dios, exhalada por Él, es un libro santo, hermoso, digno, majestuoso, justo, bueno, sabio, y muy superior a nuestro entendimiento. Nuestro acercamiento a la Biblia debe ser en humildad y fe, entendiendo que es mayor que nosotros: que lo que ahí dice es verdad, y merece nuestra total obediencia. Pero no siempre se siente así. Los cristianos somos el pueblo del Libro, pero muchas veces no sentimos deseos de acercarnos a ese Libro, ¿no es cierto? Si nos descuidamos, pueden pasar semanas sin que hayamos pasado un período extendido en la Palabra de Dios. Aunque –gracias a Dios– no puedo recordar el último día que haya pasado sin yo leer la Biblia, sé que no siempre ha sido así en mi vida. Y en conversaciones con tantos hermanos, sé que muchos tienen dificultad al acercarse a la Biblia, pues no sienten deseo de hacerlo. Si este es tu caso, quiero ofrecerte 5 cosas que puedes hacer para desarrollar un mayor deseo por la Biblia.