El perdido es encontrado
Y cuando la encuentra, reúne a sus amigas y vecinas, y les dice: "Alégrense conmigo; ya encontré la moneda que se me había perdido." Les digo que así mismo se alegra Dios con sus ángeles por un pecador que se arrepiente. Lucas 15:9-10
Ya hacía un tiempo que Norma había quedado viuda, pero nunca había dejado de llevar la alianza de matrimonio... hasta que un día, cuando trabajaba en su jardín, lo perdió.
Recordaba haberse sacado el anillo mientras cortaba algunas flores para poner en un florero. Pero luego de haber sido interrumpida por una llamada telefónica, se había olvidado de volver a ponérselo.
Recién mucho más tarde, después que el recolector de basura ya había pasado, se dio cuenta que le faltaba el anillo. Salió a buscarlo por todos lados, pero sin tener resultados.
Trató de consolarse diciendo que no era más que un anillo. Pero ni ella misma se lo creía.
Así pasaron ocho años. La primavera pasada, Norma decidió no dedicarse más a su jardín, por lo que, en donde antes había flores y verduras, hizo sembrar césped. Después de todo, ya se aproximaba su cumpleaños número 80.
Toda la familia se reunió para festejar con ella. Muchos le llevaron un regalo. Pero el mejor regalo de todos fue el que le dio su nieto Nicolás. No era más que una cajita pequeña, pero dentro de ella estaba su anillo de casamiento... el anillo que durante tantos años había dado por perdido.
Nicolás lo había encontrado en el jardín de su abuela mientras preparaba la tierra para sembrar el césped. Entonces, casi como dice la Biblia, la abuela llamó a sus amigas y vecinas, y les dijo: 'alégrense conmigo porque ya encontré el anillo que se me había perdido'.
Esta celebración nos presenta una imagen de lo que sucede en el cielo cuando un pecador se arrepiente. Jesucristo vino a este mundo para que nosotros, pecadores, podamos ser salvos. Para eso es que el Espíritu Santo obra en nuestros corazones. Para eso es que existen la iglesia y todos sus ministerios.
La pregunta es: ¿Se alegra su iglesia, como lo hacen los ángeles en el cielo, cada vez que un alma es lavada en el bautismo, cada vez que un niño es confirmado, cada vez que llega un miembro nuevo? Si la respuesta es no, es tiempo de que lo haga. Es tiempo de que se alegre junto con los ángeles del cielo por los perdidos que, por la gracia de Dios, han sido encontrados.
ORACIÓN: Querido Señor, abre nuestros corazones para que, junto con tu iglesia y tus ángeles celestiales, aplaudamos y demos la bienvenida a cada persona que es agregada a la familia de la fe. En el nombre de Jesús. Amén.
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