¿Cuántas veces?
Entonces se le acercó Pedro y le dij --Señor, ¿cuántas veces perdonaré a mi hermano que peque contra mí? ¿Hasta siete? Jesús le dij --No te digo hasta siete, sino aun hasta setenta veces siete. Mateo 18:21-22
El titular decía: "Teléfonos celulares: peligrosos"
Casi no leo la historia, porque todos hemos visto personas conduciendo sus automóviles peligrosamente por estar conversando en sus celulares sin prestar atención al tráfico.
Pero esta vez se trataba de un hombre que, sin querer, llamó a un número equivocado. Aparentemente, la persona que recibió la llamada se enojó, y lo insultó a través de un mensaje de texto. Un segundo después, el primer hombre le devolvió el insulto con otro mensaje de texto.
A los pocos minutos se encontraron los dos en un estacionamiento para arreglar el asunto. Como resultado, uno de ellos fue arrestado por la policía, y el otro fue llevado al hospital en condición crítica debido a una herida de bala.
¡Parece de película! Por haber llamado a un número equivocado, un hombre pierde su libertad, y otro casi pierde su vida.
¿Dónde está el concepto del perdón? Recuerde, no hablo de perdonar setenta veces siete, ni siquiera de perdonar siete veces. Estos individuos no podían perdonar a alguien... ni siquiera una vez.
Honestamente hablando, a la mayoría de nosotros nos es muy difícil perdonar. ¿Se puede imaginar perdonando a alguien por algo una vez, y luego seguir perdonando a esa misma persona por lo mismo otra vez y otra, y otra?
¿Parece demasiado? Mi amigo, en este punto está apenas a la mitad del camino del número de veces que Pedro sugirió y no está ni siquiera cerca de la propuesta del Salvador. Y si honestamente se pregunta: ¿quién puede perdonar setenta veces siete?, tengo una respuesta igualmente honesta: Jesús puede… y lo hace.
Lea las Escrituras y encontrará a Jesús sanando a los que tienen necesidades físicas, y perdonando a los que tienen cargas espirituales. Lea las Escrituras y verá al Cristo crucificado perdonando a los que lo crucificaron.
Y si no tiene una Biblia a mano, entonces mírese a usted mismo. ¿Cuántos pecados ha cometido una y otra vez? ¿Está Jesús llevando la cuenta de los pecados que usted comete? Yo creo que no. Su sacrificio, su muerte, y su resurrección, dicen que él ya tomó control de la situación.
ORACIÓN: Querido Señor, perdóname por todas las veces que creí que podía cuidarme a mí mismo, porque no puedo, especialmente cuando me enojo, o me siento burlado o desatendido. Ayúdame a controlar mi temperamento y a ser un testigo firme de ti y de tu amor. En el nombre de Jesús. Amén.
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