Amar hasta la muerte
En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó y envió a su Hijo para que fuera ofrecido como sacrificio por el perdón de nuestros pecados.1 Juan 4:10
Verdadero amor es difícil encontrar pero mucho más difícil es perderlo.
Todos podían ver cuánto se amaban. Si alguien les preguntaba cuándo habían descubierto que se habían enamorado, ambos decían: “fue cuando nos besamos por primera vez – hace 50 años”.
Pero un día, repentinamente, la señora falleció. Enviudar fue una cosa muy penosa para él, pues ella era su mundo. Por largo tiempo en sus oraciones le preguntó a Dios por qué. Por qué había tenido que morirse. Por qué ella. Por qué se había tenido que quedar solo.
Cuando nos preguntamos dónde está Dios cuando sufrimos, la respuesta es que Él está con nosotros sosteniéndonos y dándonos fuerza. Dios nos ama, por lo que siempre está a nuestro lado, especialmente en tiempos difíciles.
Su gran amor hizo que enviara a su Hijo Jesucristo a nuestro mundo, así como lo habían anunciado los profetas del Antiguo Testamento. Él entregó su vida en la cruz para que los creyentes tuviéramos vida en abundancia –en toda circunstancia—aun cuando la pena por la pérdida de un ser querido nos entristezca.
ORACIÓN: Padre celestial, recuérdanos que nada en toda la creación puede separarnos de tu amor, pues hemos sido comprados con el sacrificio de tu amado Hijo. Consuélanos en nuestra flaqueza, danos fuerza en nuestra debilidad, y renuévanos la esperanza en medio de nuestra pena. Gracias por tu presencia y por tu paz. En el nombre de Jesús. Amén.
Esta devoción fue escrita por Valeria Bustamante, colaboradora de Cristo Para Todas Las Naciones en Argentina.
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