Sólo una muestra
"Se abrirán entonces los ojos de los ciegos y se destaparán los oídos de los sordos." Isaías 35:5
Papas al horno. Papas al horno con carne y pan casero... pero especialmente las papas al horno. Eso es lo que más recuerdo de la casa de mi abuela. Todavía hoy, cuando como papas al horno, no puedo dejar de compararlas con las que hacía mi abuela. Y, junto con el sabor, vienen un sinnúmero de recuerdos de otras cosas de esos tiempos.
Sabe de qué estoy hablando, ¿no es cierto? ¿Hay alguna comida que le hace recordar otros lugares y personas? Algo así está pasando en el capítulo 7 de Marcos, cuando Jesús le dice al hombre sordo "ábrete", e inmediatamente el sordo puede oír. Jesús nos da a probar un poco de lo que Isaías describe.
La profecía de Isaías es una foto del ciel describe el fin de la injusticia en el mundo, la liberación de las enfermedades que nos acosan, una vida abundante para la creación de Dios, y un bendito lavamiento de todo el pecado que nos ha manchado. Todo esto será nuestro cuando Jesús venga otra vez. Pero el cumplimiento de esa profecía todavía está por venir. En su sufrimiento, muerte, y resurrección, Jesús venció el pecado y la muerte por nosotros. Pero ese no es el fin. Todavía no.
Los milagros que hizo Jesús fueron una muestra de la sanidad que estamos esperando, la sanidad de toda la creación. El nuestro es un Adviento Radical porque estamos esperando la venida de una transformación radical. Así como disfrutamos mucho de algunas comidas porque nos recuerdan muchas otras cosas, nuestras celebraciones de Adviento y Navidad son una pequeña muestra del gran regalo que con gran entusiasmo esperamos para abrir. ¡Disfrutémoslas!
ORACIÓN: Salvador, dirígenos con tu Espíritu para que estemos en tu Palabra, de tal forma que podamos saborear y ver tus bondades, y esperar con entusiasmo tu venida. Amén.
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