Lo correcto
Nos hemos enterado de que entre ustedes hay algunos que andan de vagos, sin trabajar en nada, y que sólo se ocupan de lo que no les importa.A tales personas les ordenamos y exhortamos en el Señor Jesucristo que tranquilamente se pongan a trabajar para ganarse la vida.Ustedes, hermanos, no se cansen de hacer el bien. 2 Tesalonicenses 3:11-13.
Hay una pregunta que toda familia que está preparando un funeral le hace al pastor cuando: “¿Cuántas personas vendrán al funeral, y a la comida que se sirve después?”
Esa es una pregunta difícil, y los cálculos complejos. La respuesta por lo general depende de si el difunto todavía trabajaba o estaba jubilado, de la cantidad de familiares que puedan viajar, de la época del año, etc.
Pero ahora hay otro factor más que se agrega a la lista: en un funeral en Nueva Zelandia tuvieron que detener a una persona que no había sido invitada al funeral. Este hombre se había colado a cuatro funerales en una semana, comiendo la comida ofrecida por la familia del difunto… e incluso llevándose lo que quedaba en contenedores plásticos.
Imagínense lo que sería si se corriera la voz y de golpe una cantidad de personas hambrientas comienzan a aparecerse en los funerales en las iglesias para comer. Si bien la iglesia se complace en alimentar a quienes legítimamente están hambrientos, los abusos nunca son bien vistos.
San Pablo no hablaba específicamente de este tema en Tesalonicenses 2, pero sí estaba refiriéndose a quienes no contribuyen a su propio bienestar y al de su prójimo.
¿Qué hacer ante el abuso de algunas personas? La respuesta del apóstol es la más apropiada: necesitamos animarles a “hacer lo correcto”.
Por supuesto que esto es fácil de decir, pero difícil de hacer. Pero ahora que pienso en ello, ha habido sólo una persona en toda la historia de la humanidad que siempre ha hecho lo que es correcto: el Salvador Jesucristo.
Jesús hizo lo que era correcto, lo que era mucho más que correcto, cuando entregó su vida para que podamos ser salvos. Encontramos a Jesús haciendo lo que es correcto en todo momento: él resistió la tentación, cumplió la ley, murió en la cruz, y resucitó al tercer día.
En agradecimiento a Jesús por haber hecho lo que es correcto, nosotros también tratamos de hacer lo que es correcto.
ORACIÓN: Señor Jesús, te damos gracias por mostrarnos lo que es correcto. Nos regocijamos aún más porque tu perfección ha obtenido nuestro perdón y entregado vida eterna. En tu nombre. Amén.
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