Lo que me gustaría oír
El Señor mismo marchará al frente de ti y estará contigo; nunca te dejará ni te abandonará. No temas ni te desanimes.Deuteronomio 31:8
Hay algunas cosas que me gustaría oír... pero me temo que nunca las oiré.
A mi mecánico me gustaría escucharle decir: “El presupuesto que le di fue muy alto. Pude arreglar su coche por $200 dólares menos de lo que pensaba”.
Al policía me gustaría oírle decir: “Es probable que mi radar no esté bien calibrado. No creo que haya excedido el límite de velocidad”.
Al empleado de la tienda me gustaría oírle decir: “No se preocupe por el cartel que dice ‘caja cerrada’. Lo atiendo a usted, y después me tomo el descanso”.
Todas estas son cosas que probablemente nunca oiré, por más que lo desee.
En contraste a las cosas que nunca oiré están las cosas maravillosas que Dios me dice, y que nunca dejan de sorprenderme. Cuando soy rechazado por alguien, Dios me recuerda cuán importante soy para él. Cuando me siento solo, me confirma que siempre está a mi lado. Cuando me siento débil para seguir adelante, Él me da nuevas fuerzas.
Y, como si todo eso fuera poco, el Salvador me dice que ha venido a buscar y salvar al perdido... así que todos los que estábamos “perdidos”, ya no lo estamos más.
Gracias a la vida, sufrimiento, muerte y resurrección del Salvador, y gracias al llamado del Espíritu Santo, hemos sido transformados y ahora somos libres para contarles a los demás que Jesús tiene cosas muy importantes para decirles... cosas que necesitan oír.
ORACIÓN: Señor Dios, tú me sostienes cuando me siento débil, y me levantas cuando estoy deprimido, y me acompañas en todo momento. Te alabo y de doy gracias por escuchar mis oraciones y darme lo que necesito. En Jesús. Amén.
De una devoción escrita originalmente para “By the Way”
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