La luz
Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo. Tu vara y tu cayado me infundirán aliento. Salmo 23:4
Fue en una tarde fea de domingo hace varios años, mientras mi hija menor y yo hablábamos de su lección de la escuela dominical que se había basado en el Salmo 23.
Cuando entramos en la cocina, estaba oscuro como boca de lobo por la tormenta. Repentinamente, hubo un relámpago cercano y de inmediato un fuerte trueno.
Ambos saltamos, y mi hijita vino hacia mí y dulcemente dijo: “Papito, sé que aún cuando caminamos a través del valle de sombra de muerte no tememos mal alguno, pero, ¿podemos encender la luz?”
Ya desde pequeña tuvo, y sigue teniendo, un punto de vista muy práctico en lo que se refiere a su fe.
Mi hija cree en el Señor Jesús como su Salvador, y confía en Él para su protección y su salvación. También sabe que el amor de Jesús viene a ella de muchas maneras.
Aunque no puede comprender completamente los milagros y los misterios de la fe que Dios da a través de su Palabra y Sacramento, ella confía que vienen de un Señor cariñoso. Pero también sabe que el Señor ha mostrado su bondad y su cariño por medio de las luces y aún de una prescripción del doctor.
Con una fe completa en la bondad de Dios ella puede decir, “No temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo. Tu vara y tu cayado me infundirán aliento”.
De esto podemos tener certeza, pido a Dios que todos la tengamos hoy y siempre.
ORACIÓN: Padre de luz y Pastor de nuestras vidas, te doy gracias por el consuelo y la fortaleza a lo largo del difícil camino de la vida. Tu Hijo llevó nuestros pecados y nuestros miedos a la cruz. Recuérdanos dejarlos allí. En el nombre de Jesús. Amén.
© Copyright 2011 Cristo Para Todas Las Naciones
CRISTO PARA TODAS LAS NACIONES
660 Mason Ridge Center Dr.
St. Louis, MO 63021
1-800-972-5442
[email protected]
www.paraelcamino.com