De mucho valor

¿No se venden cinco gorriones por dos moneditas? Sin embargo, Dios no se olvida de ninguno de ellos. Así mismo sucede con ustedes: aun los cabellos de su cabeza están contados. No tengan miedo; ustedes valen más que muchos gorriones. Génesis 3:11-13

¿Qué valor tienen las cosas? La mayoría de las veces no soy bueno para calcular cuánto vale algo.

Por ejemplo, hace algún tiempo salió a la venta ACTION COMICS No.1. Mi padre solía pagar un centavo por el mismo libro de historietas que a mí me costaba entre diez y veinticinco centavos. Sin lugar a dudas los precios han subido, y es comprensible.

Pero aún así, no estaba preparado para oír que Action Comics No.1 fue vendido por nada menos que... $1.5 millones de dólares.

Los expertos dicen que esta copia en particular de Action Comics No.1 está en muy buen estado. Los expertos también dicen que éste es el ejemplar que introdujo a Superman y el concepto de súper héroes al mundo, y que si uno posee sólo una revista de historietas, debe tener éste. Sí, los expertos dicen que este ejemplar vale $1.5 millones de dólares, y quizás más.

No queda duda que no soy bueno para calcular el valor de las cosas.

¿Quiere otro ejemplo? ¿Que tal usted y yo? En el texto bíblico de hoy, Jesús nos dice que nosotros somos más valiosos que muchos gorriones. Eso está bien, pero en realidad los gorriones no son tan valiosos, ¿no es cierto?

Entonces, ¿cuánto valemos?

Estoy seguro que si le pregunta a un experto, diría que definitivamente no somos muy valiosos. Después de examinarnos, diría: “Sus corazones y mentes están manchados por el pecado, y cuando se los compara con la clase de personas que Dios quería que fueran, son casi irreconocibles”.

Eso es lo que los expertos dirían. Por otro lado, Dios dice que quiere salvarnos del pecado, la muerte y el demonio. Para hacerlo, él estuvo dispuesto a enviar a su Hijo a vivir, sufrir y morir por nosotros. El sacrificio del Salvador resucitado verdaderamente nos dice que Dios nos considera muy valiosos.

Por lo antes dicho, es nuestro deber como hijos redimidos y adoptados: “agradecerle y adorarle, servirle y obedecerle a Él.”

ORACIÓN:  Amado Señor, el mundo no piensa que soy tan importante o especial. Me entristece decir que probablemente estén en lo correcto. Por ello te pido que me perdones por mis pecados, y que me des un corazón agradecido por tu amor y el sacrificio de Jesús. En el nombre del Salvador. Amén.

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