Bendiciones de Dios
El Señor te bendiga y te guarde; el Señor haga resplandecer su rostro sobre ti, y tenga de ti misericordia; el Señor alce su rostro sobre ti y te conceda la paz. Números 6:24-26
Esteban y Jessica han estado juntos durante 25 años, han criado tres hijos, y ya tienen dos nietos. Pero recién ahora, luego de un cuarto de siglo de estar juntos, van a casarse por iglesia.
En su momento se casaron ante un Juez de Paz, pero eso fue todo.
No es que Jessica no haya querido. Al contrario, ella dijo: “Traté de sugerirlo en varias oportunidades, pero nunca se concretó. Él siempre dijo que casarse era un evento muy importante en la vida, por lo que él iba a elegir el mejor momento para hacerlo. Obviamente, lo que sucedió lo movió a hacerlo”.
¿Qué sucedió? Esteban, junto con otros 32 hombres, quedó atrapado en una mina a 2,300 pies bajo tierra.
Luego de 30 días, la compañía minera había logrado enviarles provisiones, pero las posibilidades de ser rescatados abriendo un nuevo pozo demoraría por lo menos otros cuatro meses.
Cuando Esteban finalmente saliera, sería llevado a la iglesia… su novia ya tiene escogido el vestido.
Lo cual me lleva al punto de esta devoción: lo más importante es tener la bendición del Señor.
Es mi oración que todos tengamos el deseo de recibir la bendición del Señor que siempre está pronto para darla. Es por ello que las siguientes palabras son tan reales hoy, como lo fueron hace dos mil años:
“El Señor te bendiga y te guarde; el Señor haga resplandecer su rostro sobre ti, y tenga de ti misericordia; el Señor alce su rostro sobre ti y te conceda la paz.”
ORACIÓN: Señor, cada día tú haces por mí mucho más de lo que merezco. Pido humildemente tu bendición para mi día, mi noche, mis palabras, mis pensamientos y mis acciones, de tal forma que toda mi vida te glorifique a ti. En el nombre de Jesús. Amén.
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