Con Diseño Divino

Algo que puedes hacer para tener un año diferente

De la Palabra de Dios: “Enséñanos de tal modo a contar nuestros días, que traigamos al corazón sabiduría” (RVR 1960).

Un nuevo año. No sé a ti ¡pero a mí me parece increíble que ya estemos en 2018! En estos últimos días he estado haciendo un inventario de lo que fue 2017 para mí. Cada año que termina nos presenta la oportunidad de dar un vistazo a nuestra vida y ver dónde crecimos, dónde todavía nos queda mucho por andar. ¿Por qué es bueno esto del inventario? Las razones son varias, pero una que creo encabeza la lista es esta: nuestro tiempo en este mundo es corto, realmente muy corto. Y Dios nos llama a aprovechar el tiempo y no desperdiciarlo. De hecho, nuestros días aquí son un regalo que él nos ha hecho y debemos administrarlo bien.

Si hace un tiempo que lees este blog tal vez recuerdes que cada año le pido a Dios una palabra o frase que me sirva de enfoque. Por lo general he visto que esa palabra indica algún aspecto de mi vida en el que todavía queda mucho por hacer. Y claro, junto con esa palabra viene un pasaje bíblico. Es curioso que este año primero llegó a mí el pasaje bíblico y de ahí la palabra… o más bien la frase.

Pero antes de compartir contigo cuál será mi palabra/versículo para 2018, quiero invitarte un poco a la reflexión, y lo haré de manera sencilla, mediante preguntas. ¿Una sugerencia? Responde a ellas por escrito, no lo hagas mentalmente. ¿Por qué? Porque al escribir podemos expresar mejor lo que estamos pensando, porque quedará plasmado y te servirá de referencia, y porque además es un ejercicio que tiene muchos beneficios para nuestro cerebro ¡y eso siempre es bueno! Ya sé que no a todos les gusta escribir, pero si poco a poco desarrollas el hábito, verás que se hace más fácil y hasta puedes llegar a disfrutarlo.

Bueno, vayamos a las preguntas.

Inventario del 2017

¿Qué fue lo mejor que te sucedió en 2017? ¿Qué cosas no quisieras olvidar nunca de ese año?

¿Cómo creció tu relación con Dios en 2017? ¿Qué fue lo que ayudó o impidió el crecimiento?

Con toda honestidad, ¿a qué dedicaste la mayor parte de tu tiempo en 2017?

Si pudieras cambiar algo de 2017, y que no dependa de otros sino de ti, ¿qué sería?

¿Leíste algo en 2017, además de la Biblia? (¡Surfear la internet no cuenta!)

¿Tuviste alguna palabra o tema para tu vida en 2017? ¿Viste algún cambio en tu vida como resultado? 

Pensando en 2018…

¿Qué quisieras hacer diferente este año? (No hagas una lista demasiado larga, piensa y quizá enfócate en unas tres cosas.)

¿Has escogido algún plan de lectura bíblica? (Yo decidí leer la Biblia en un año pues hace un tiempo no lo hago y además estoy haciendo un estudio temático relacionado con mi versículo del año.)

¿Qué puedes hacer para mejorar tu salud física en 2018?

¿Cómo pudieras mejorar tus relaciones interpersonales (reales, no virtuales) en 2018?

Si eres esposa o mamá, ¿de qué manera pudieras servir y bendecir mejor a tu familia en 2018?

¿Cómo puedes honrar más/mejor a Dios en tu trabajo o roles en 2018?

Si no eres una lectora ávida, ¡decide comenzar este año! Un pequeño paso a la vez. Escoge quizá un libro por mes. Leer es clave para crecer, para ser mejores líderes, para enriquecer nuestro vocabulario y cultura general. Eso sí, escoge sabiamente tu lectura. No pierdas tiempo en lo que no edifica.

Y, por último, si nunca lo has hecho, te animo a tener una palabra y versículo para el año. En lugar de tener muchas metas que casi siempre terminan en nada, esa palabra y versículo te pueden servir de faro para todas las esferas de la vida.

Mi versículo para 2018 está en Proverbios 4:23.

En este enlace encontrarás una imagen del mismo que puedes imprimir si gustas.

Mi querida lectora, te deseo un feliz 2018. Te invito a continuar aprendiendo a vivir como Dios lo diseñó, ¿me acompañas?

Bendiciones,

Wendy 

© 2019 Wendy Bello
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