Revelation 1

En la lectura de hoy:

Los saludos a las siete iglesias; la visión del Hijo del Hombre; Sus mensajes a las iglesias

Cada una de las siete iglesias en Asia Menor recibieron una carta dictada por Cristo y registrada por el apóstol Juan mientras que él estaba en la isla de Patmos. Desde que el carácter y la conducta en las iglesias y en los creyentes son iguales en cada generación y cultura, el mensaje entonces es tan indispensable y valioso para nosotros tal y como fue para ellos.

Cristo le da palabras de ánimo a la iglesia en Éfeso por su sana doctrina. Sin embargo, Cristo le dijo: «Pero tengo contra ti, que has dejado tu primer amor» (Apocalipsis 2:4). La devoción a Cristo casi siempre se pierde gradualmente. Hay personas que llegan a estar tan involucrados en sus negocios, en sus pasatiempos, o aun en sus responsabilidades religiosas que la adoración a Cristo llega a ser mecánica y meramente una formalidad. Esta acusación es muy seria: «Recuerda, por tanto, de dónde has caído, y arrepiéntete, y haz las primeras obras; pues si no, vendré pronto a ti, y quitaré tu candelero de su lugar, si no te hubieres arrepentido» (2:5). Dos veces en un versículo Jesús les advierte de arrepentirse.

La carta que fue dedicada a la iglesia en Esmirna reconoce sus sufrimientos: «Yo conozco tus obras, y tu tribulación, y tu pobreza (pero tú eres rico)» (2:9). Esta iglesia parece que estaba destituida de las comodidades de la vida. Algunos fueron encarcelados, otros sufrieron persecución. Pero por su fiel devoción, el Señor les prometió: «No temas en nada lo que vas a padecer. He aquí, el diablo echará a algunos de vosotros en la cárcel, para que seáis probados, y tendréis tribulación por diez días. Sé fiel hasta la muerte, y Yo te daré la corona de la vida. El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. El que venciere, no sufrirá daño de la segunda muerte» (2:10-11).

La carta que Jesucristo le mandó a la iglesia en Pérgamo dijo que ellos estaban viviendo: «donde está el trono de Satanás; pero retienes (eres fiel a) Mi nombre, y no has negado Mi fe» (2:13). Sin embargo, algunos «retienen la doctrina de Balaam, que enseñaba a Balac a poner tropiezo ante los hijos de Israel . . . y a cometer fornicación» (2:14). Jesús les advirtió: «Por tanto, arrepiéntete; pues si no, vendré a ti pronto, y pelearé contra ellos con la espada de Mi boca» (2:16).

Los falsos profetas como Balaam parecen tener algo en común; ellos todos son motivados por la avaricia. Hay otros hoy en día que dicen que ellos han recibido una «revelación especial de la verdad» la cual tiene que ser el patrón por el cual interpretar la Biblia en la iglesia. En la epístola del apóstol Pablo a los hermanos en Galacia, somos advertidos de tales peligros: «Si alguno os predica diferente evangelio del que habéis recibido, sea anatema» (Gálatas 1:8-9).

Pensamiento para hoy:

Nuestros sufrimientos del presente pueden a veces parecer intolerables, pero el Señor siempre nos muestra el camino para sobrellevarlos.

Versículo de la semana para aprender de memoria: 1 Corinthians 13:3