2 de diciembre
El apóstol regocijado
Hermanos, gozaos en el Señor.
Filipenses 3:1
El gozo del apóstol Pablo no se relacionaba con sus circunstancias. Si hubiera estado vinculado a los placeres terrenales, a la libertad, al prestigio, al éxito material o a la buena reputación, no habría tenido gozo alguno.
El gozo de Pablo estaba centrado en su ministerio y era indiferente a todo lo demás. Por eso pudo decirles a los filipenses: "Doy gracias a mi Dios siempre que me acuerdo de vosotros, siempre en todas mis oraciones rogando con gozo por todos vosotros" (Fil. 1:3-4). Tenía gozo a pesar de las dificultades, siempre que avanzara la causa de Cristo. Tenía gozo a pesar de los detractores, siempre que se proclamara el nombre de Cristo. Tenía gozo a pesar de la muerte, siempre que se exaltara a Cristo. Y tenía gozo a pesar de la carne, siempre que se ayudara a la iglesia de Cristo.