Santos imperfectos
¡Sí creo! ... ¡Ayúdame en mi poca fe!
Marcos 9:24
Ninguno de los «héroes de la fe» que se describen enHebreos 11 era perfecto. Todos tenían puntos débilesen su fe. Vea a Abraham. Cuando la hambruna asoló Canaánse fue a Egipto, donde tuvo tanto miedo que mintió sobre suesposa (Génesis 12:10-20). ¿Cómo se recuperó Abraham? EnGénesis 13:1-4 regresó a su altar de Betel «y allí invocóAbram el nombre del Señor».
Cuando vemos que nuestra fe flaquea necesitamos volvera nuestro Betel, a nuestro lugar de compromiso, e invocarel nombre del Señor.
El estadista cristiano George Müller era un gigante espiritual,y sin embargo dijo lo siguiente con respecto a su fe:
«Mi fe es la misma fe de todo creyente. Ha ido aumentandopoco a poco durante los últimos veintiséis años. Muchas veces, cuando podría haber enloquecido a causa de la preocupación, sentía paz porque mi alma creía en la verdadde las promesas de Dios. La palabra de Dios, junto consu carácter completo, tal como él se ha revelado a sí mismo,arregla toda cuestión. Su amor inmutable y su infinita sabiduríame calmaban. Sabía que “Dios es capaz y quiere liberarme”. Está escrito: “El que no escatimó ni a su propio Hijo,sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no habrá dedarnos generosamente, junto con él, todas las cosas?” [Romanos8:32]».
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