15-31 de Diciembre
El espíritu de la Navidad
De modo que se toleren unos a otros y se perdonen si alguno tiene queja contra otro. Colosenses 3:13
En su libro None of These Diseases [Ninguna de estas enfermedades], S. I. McMillen y David Stern describen el daño que nos causamos a nosotros mismos cuando no nos gusta alguien o cuando nos negamos a perdonarle. «Cuando comienzo a detestar a alguien me convierto en su esclavo. Porque entonces controlará mis pensamientos y mis sentimientos. Hasta podrá controlar mis sueños. Las hormonas del estrés surgirán de forma constante en mi torrente sanguíneo, agotando mi cuerpo ... La persona a la que detesto me perseguirá dondequiera que vaya».
Cuando se reúna con su familia en estas fiestas, quizá haya alguien que no le guste, o alguien a quien no perdonó. Quizá sea su suegro, o un hijastro. O un hermano o hermana que le hirieron hace años.
Recuerde que la Navidad tiene que ver con el amor y el perdón de Dios. Jesús dejó las riquezas infinitas del palacio celestial para dormir en un pesebre donde comían los animales, eligiendo vivir entre seres humanos carentes de amor. Vino a perdonar y redimir. Él puede desterrar todo el odio de su corazón si tan solo decide permitírselo.
Si está deseando no ver a alguien en particular esta Navidad, ofrezca esta oración: «Señor, confieso que no me gusta___________ y que no quiero estar con esa persona. Perdóname, y ayúdame a ser tolerante y a perdonar. Que el amor del Cristo de la Navidad fluya a través de mí en estas fiestas».
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