Una oración de deleite por los buenos regalos de Dios
por Meg Bucher
“Y sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que El existe, y que es remunerador de los que le buscan.” Hebreos 11:6
Ciertas veces a lo largo del año escolar, mis hijas comienzan a ser perezosas. Empiezo a ser perezoso. Nadie se siente tan exuberante con las matemáticas adicionales y la práctica de lectura, y la escritura a mano se vuelve ilegible. Ahí es cuando el cubo de premios consigue un cambio de imagen. Siempre hay algo pequeño y diminuto que se mueren por recoger, así que pesco por lo que es en este momento. Hemos pasado de moda en moda. Parece que casi cualquier criatura viviente se puede encontrar, replicado, de bolsillo y embalado en un pequeño artilugio coleccionable lindo.
“Bien, chicas...” Me rodé con tambores mientras establecí mi nuevo plan. “Si puedes hacer todo tu trabajo súper extra limpio... Voy a poner (dijeron animales) en la caja de premios.
“Pero!” Agregué: “Voy a ser muy exigente si voy a repartir premios tan increíbles...”
La escritura a mano mejoró en las próximas semanas, al igual que los grados y la moral... al menos hasta las próximas vacaciones que implicaba repartir dulces llegaron.
El versículo de hoy en Hebreos nos recuerda que, aunque se requiere fe en el duro camino de la vida que se nos promete, ¡Dios quiere que seamos felices! ¡Nos recompensa! Da buenos regalos cuando no lo esperamos, sólo para vernos iluminarnos con deleite.
Un hermoso amanecer, un acurrucado extra de nuestros hijos, un día extra productivo, flores tempranas floreciendo... no hay fin a las maneras en que Dios elige amarnos. Pero no es exigente. Sólo tenemos que prestar atención con espíritu de oración para ver los buenos dones que nos baña.
Recemos una oración de acción de gracias por los buenos dones que Dios nos ha dado.
¡Padre, te alabamos por tu amor compasivo por nosotros! Gracias por los regalos que nos das. Cada día es un regalo, lleno de regalos para que nos deleitemos. Ayúdanos a tener ojos para ver la bondad con la que nos bendices. Y ayúdanos a conocer esta verdad: somos bendecidos de ser una bendición para los demás. Con los buenos regalos que das, ayúdanos a ser generosos. Te queremos, padre. En tu nombre rezamos, Amén.
“Megs” escribe sobre la vida cotidiana en el amor de Cristo. Salió de su zona de confort y de su carrera de mercadotecnia para obedecer el llamado de Dios de quedarse en casa y ser “mamá” en 2011. De ese paso de obediencia nació su blog, Sunny & 80, una forma de conservar los divertidos momentos cotidianos de maternidad. (https://sunnyand80.org) Meg también es escritora independiente y autora de “Amiga de Todos”. Le encanta enseñar la Palabra de Dios y dirigir su estudio bíblico los lunes por la mañana, ser madre, correr a distancia y tomar fotografías. Meg reside en el norte de Ohio con su esposo, dos hijas y Golden-Doodle ... todos los fanáticos ávidos de los Cleveland Browns.
Meg writes about everyday life within the love of Christ at megbucher.com. She is the author of “Friends with Everyone, Friendship within the Love of Christ,” “Surface, Unlocking the Gift of Sensitivity,” “Glory Up, The Everyday Pursuit of Praise,” “Home, Finding Our Identity in Christ,” and "Sent, Faith in Motion." Meg earned a Marketing/PR degree from Ashland University but stepped out of the business world to stay home and raise her two daughters …which led her to pursue her writing passion. A contributing writer for Salem Web Network since 2016, Meg is now thrilled to be a part of the editorial team at Salem Web Network. Meg loves being involved in her community and local church, leads Bible study, and serves as a youth leader for teen girls.