Una oración de expiación
por Greg Laurie
“Por amor a tu nombre, SEÑOR,perdona mi gran iniquidad” - Salmos 25:11
Pedro no pudo soportarlo más. Había visto la angustia de Su Señor en el Huerto de Getsemaní. Había visto al grupo de soldados venir a arrestarlo. Entonces sacó su espada, dio un golpe y le quitó la oreja al siervo del sumo sacerdote.
En cierto modo, comprendo la frustración de Pedro. Si hubiera estado en la misma situación, podría haber hecho lo mismo. Casi podríamos elogiar a Pedro por su heroísmo y valentía. Pero en realidad, Jesús no hizo eso en absoluto. Le dijo a Pedro que guardara la espada. Pobre Pedro. Parecía que no podía hacerlo bien. Siempre parecía estar haciendo lo incorrecto en el momento equivocado. Estaba durmiendo cuando debería haber estado orando. Hablaba cuando debería haber estado escuchando. Se jactaba cuando debería haber temido. Ahora estaba luchando cuando debería haberse rendido. Siempre lo tenía al revés. Verá, Peter no se dio cuenta de que estaba luchando contra el enemigo equivocado.
Nuestros enemigos no son de carne y hueso, dice la Biblia, sino principados y potestades. Y no pueden ser derrotados con medidas ordinarias. Con mucha frecuencia tomamos las cosas en nuestras propias manos y tratamos de ayudar a Dios, para ayudarlo un poco. Y con mucha frecuencia no sacamos el arma más poderosa de nuestro arsenal, que es la oración, y la usamos en estos tiempos de batalla.
Como cristianos, somos demasiado rápidos para protestar y no lo suficientemente rápidos para orar. Somos demasiado rápidos para protestar y no lo suficientemente rápidos para predicar y concentrarnos en lo que Dios nos ha llamado a hacer principalmente. Necesitamos darnos cuenta de que estamos librando una batalla espiritual. Por lo tanto, necesitamos usar armas espirituales.
Padre celestial, todos somos tus hijos y tú nos amas de una manera que apenas podemos imaginar. Ayúdanos a ver más allá de los problemas que nos dividen y a vernos unos a otros con ojos libres de odio. Hemos pecado. Hemos golpeado a nuestros hermanos y hermanas con malicia en nuestro corazón. Nos hemos hecho enemigos de otros mientras afirmamos ser sus discípulos. Ayúdanos a expiar estos pecados y recuerda amar a nuestro prójimo y nos amamos a nosotros mismos. Amén.
Nota del editor: La siguiente es una versión abreviada de “Luchando con el enemigo equivocado” de Greg Laurie. Para leer el artículo completo, sigue este enlace.
Greg Laurie is the pastor and founder of the Harvest churches in California and Hawaii and of Harvest Crusades. He is an evangelist, best-selling author, and movie producer. His latest film ‘Jesus Revolution,’ from Lionsgate and Kingdom Story Company, is now available on-demand worldwide.