Una oración para andar en buenos pasos
Por: Dr. Charles Stanley
“Tu palabra es una lámpara a mis pies;es una luz en mi sendero. ” Salmos 119: 105
Las personas se salvan cuando confían en Jesucristo como Salvador y eligen seguirlo. En ese momento, la mayoría de los cristianos se dan cuenta de que vivirán con Él para siempre en el cielo. Pero muchos no entienden lo que pueden esperar durante el resto de sus vidas en la tierra.
Un beneficio que está disponible de inmediato es una relación creciente con el Señor. La unidad del Padre con Jesús (Juan 10:30) ilustra la intimidad que Dios quiere tener con Sus hijos. Él tenía este tipo de cercanía en mente en la creación: una relación con el hombre es una vía para que Él exprese Su amor y para que nosotros adoremos y comprendamos a nuestro Hacedor.
Otra ventaja es que a los seguidores de Cristo se les promete una guía clara a través del Espíritu Santo de Dios. La toma de decisiones es parte de la vida diaria. Es imposible para un simple ser humano conocer todas las variables y matices antes de elegir qué camino tomar. Pero el Señor conoce todas las cosas: pasadas, presentes y futuras. Con la sabiduría divina disponible, es difícil entender por qué alguien preferiría confiar en sus propias corazonadas.
La provisión es otra bendición garantizada para los creyentes. Habrá tiempos difíciles, pero Dios les da a los cristianos todo lo necesario para seguirlo (Fil. 4:19). Y su gracia siempre resultará más que suficiente (2 Corintios 12: 9).
¡Cuán abundantemente da Dios a sus hijos! Sin embargo, una advertencia: estos dones son efectivos sólo cuando los creyentes caminan obedientemente con Él. El pecado puede sofocarlos.
El Padre celestial desea que todos Sus hijos e hijas tengan estas bendiciones; si estás viviendo en obediencia ante Él, están disponibles para ti. ¿Hay algo que se interponga en el camino de su total sumisión a Él?
Querido Señor, te agradecemos por tu gracia infinita. Ayúdanos a ser sensibles a la presión del Espíritu Santo y que siempre escuchemos tu voz. Enséñanos a caminar en tus caminos. Guíanos por el camino de la justicia y que nuestros pasos nunca vacilen.
Nota del editor: La siguiente es una versión abreviada de En pasos con el Señor del Dr. Charles Stanley. Para leer el artículo completo, sigue este enlace.