Una oración del día para cuando temes al futuro
Por Christina Fox
“Aun cuando un ejército me asedie, no temerá mi corazón; aun cuando una guerra estalle contra mí, yo mantendré la confianza.” (Salmos 27:3)
En nuestra cultura actual, hay mucha incertidumbre sobre el futuro. El miedo a menudo desencadena nuestras oraciones, incluyendo la desesperación y la rabia, mucho de esto es mostrado en las redes sociales. A decir verdad, hay mucho que temer sobre nuestras vidas y el mundo. El futuro desconocido puede parecer oscuro y que está repleto de peligro. Nos preguntamos si podemos manejarlo. Nos preguntamos cómo podemos resistir. Desde la salud de nuestros hijos hasta pagar por la universidad, desde un trabajo seguro hasta quien manda en el país, desde las oraciones no respondidas hasta las oraciones en quebranto, nos preocupamos por lo que podría pasar y lo que haríamos si ocurre.
David escribió, “Aun cuando un ejército me asedie, no temerá mi corazón; aun cuando una guerra estalle contra mí, yo mantendré la confianza.” (Salmos 27:3). Salmos 27 es una canción y una oración para confiar a Dios ante los miedos.
El último logro de este salmo se encuentra en Cristo, el único que conquistó nuestros peores temores en la cruz. Él es nuestra luz y salvación. Por Jesús podemos venir a la presencia de Dios con confianza y esperanza. Como Pablo escribió en Romanos, “¿Qué diremos frente a esto? Si Dios está de nuestra parte, ¿quién puede estar en contra nuestra? 32 El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no habrá de darnos generosamente, junto con él, todas las cosas?” (Romanos 8:31-32). Si Dios sacrifico a su propio hijo para salvarnos de nuestros pecados, ¿Cómo es que no sería capaz de estar con nosotros ante los temores a los que nos enfrentamos hoy?
Una oración para cuando temes al futuro
Padre en el cielo, vengo ante ti como lo hizo el salmista, cansado, desgastado y asustado. Vengo ante ti porque eres el Rey y mandas por sobre todas las cosas. Vengo ante ti porque eres mi Padre, mi Abba. Me adoptaste como tu hijo y me has dado cada privilegio que viene junto a ser parte de tu familia. Vengo ante ti porque eres mi Salvador. Todo lo que tengo viene de tus manos generosas. Vengo ante ti porque eres quien me redime. Tu solo puedes redimir y restaurar todo lo quebrantado de mi vida y el mundo a mi alrededor.
Perdóname por alejar mi vista de ti y direccionarla hacia las cosas escalofriantes que me ocurren. Perdóname por olvidar que estás conmigo. Perdóname por no confiar en ti. Perdóname por no haberte llamado antes, sino que en cambio traté de conquistar mis miedos con mi propia fortaleza. Perdóname por no vivir con completa dependencia a ti.
Padre, escucha el llanto más profundo de mi corazón. Manda sobre tu reino, cambia los corazones de reyes y verás tu voluntad hecha en la tierra como en el cielo. Levante líderes, maestros, pastores y gente santa que te amé a ti y a tu palabra. Usa a tu pueblo para que lleve el evangelio por toda la tierra. Que seamos la sal y la luz que nos instruyes a ser.
En mi vida Señor, dame una paz que supere todo entendimiento. Aunque no sé qué pasará con todos los problemas hoy, ayúdame a confiar en ti. Ayúdame a recordar que no estás sorprendido. Ayúdame a recordar que no pasara nada que aparte tu atención. No estás dormido ni tan ocupado, sino que te involucras de forma activa en todos los cuidados de mi vida. Ayúdame a esperar y observar tu gloria. Ayúdame a obedecer y a hacer las cosas correctas en el momento correcto, sabiendo que estás ahí en todo momento.
Y lo más importante, ayúdame a recordar a Jesús, quien lloró en el jardín la noche que fue traicionado. “«Abba, Padre, todo es posible para ti. No me hagas beber este trago amargo, pero no sea lo que yo quiero, sino lo que quieres tú»” (Marcos 14:36). Te agradezco por que “Fijemos la mirada en Jesús, el iniciador y perfeccionador de nuestra fe, quien por el gozo que le esperaba, soportó la cruz, menospreciando la vergüenza que ella significaba, y ahora está sentado a la derecha del trono de Dios.” (Hebreos 12:2). Incluso ahora, Él intercede por mí -- ¡Qué verdad tan maravillosa!
Oro en el nombre de Jesús, Amén.
El contenido de este devocional fue publicado inicialmente en el artículo de Christina Fox, “Una oración para cuando temes al futuro”. Puedes leer el artículo completo aquí.
Christina Fox, @toshowthemjesus, is a homeschooling mom, licensed mental health counselor, writer, and coffee drinker, not necessarily in that order. She lives in sunny S. Florida with her husband of sixteen years and their two boys. You can find her sharing her faith journey at www.toshowthemjesus.com and on Facebook at www.facebook.com/ToShowThemJesus.