Una oración para descansar en el amor de Dios

Escrito por Amy Carroll

“Como el Padre me ha amado, así también yo os he amado; permaneced en mi amor.” - Juan 15:9

En el versículo clave del día, Juan, el discípulo amado, registra esta instrucción de Jesús: “Como el Padre me ha amado, así también yo os he amado; permaneced en mi amor.” (Juan 15:9). En este versículo, la palabra “queda” puede ser traducida como “permanece” o “habita”. Reflejarme en esas definiciones me hizo entender que mis creencias habían estado totalmente erradas.

Queremos avanzar, pero Jesús nos invita a entrar.

Permanecer, morar, habitar – esas palabras revelaron como evaluaba el progreso y el crecimiento y me ayudaron a entender la aprobación de Dios de una nueva manera. No tenemos que producir o crear movimientos de avance para ganarnos el amor de Dios. Por el contrario, él nos pide entrar… establecernos… estar tranquilos en Su amor.

Esta idea cambia todo. Como me dijo un amigo sabio alguna vez, “No trabajas por el amor de Dios. Descansas en Su amor”

Dios no mide nuestro valor por nuestras obras. Él establece nuestro valor por Su amor. Aunque tiendo a calcular el valor por cosas externas, Dios lo mide por cosas internas y el amor es algo interno.

Te invito con la misma invitación que Dios extiende a todos: Permanecer en el amor de Dios.

Mueve todas las piezas de tu vida. Cada pensamiento, emoción, dones y fallas.

Quédate allí.

Como decimos en el sur “siéntate un rato”, en otras palabras, permanece y habita en el amor de Dios. Tienes valor porque el don de Dios es el amor, no la cantidad de cosas que logras hacer durante el día.

Señor, he sido tan propensa a evaluar mi valor en términos de lo que produzco. He creído cosas erróneas acerca de la forma en que me vez, manteniéndome tan cerca como deseas. Hoy me rindo. Comienzo a morar permanentemente en tu amor. Elijo descansar y permanecer. En el nombre de Jesús. Amén.

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Nota del editor: Contenido tomado del devocional de motivación diaria “Cambiándonos a una mejor medida” por Amy Carroll. Puedes leer el artículo completo aquí. Todos los derechos reservados