Una oración para servir a los demás con alegría

Escrito por Greg Laurie

“¡Te alabo porque soy una creación admirable!¡Tus obras son maravillosas,y esto lo sé muy bien! ” - Salmos 139: 14

Cuando comencé a ir a la iglesia, era un mundo completamente nuevo para mí. No tenía conocimiento de la Biblia ni de la iglesia en general. No me crié en la iglesia cuando era niño, aunque había ido a la iglesia algunas veces. No estaba familiarizado con la forma en que los cristianos pensaban y razonaban. Y ciertamente estaba desconcertado por el lenguaje bastante críptico que usaban entre ellos. Hablaron de bendición, convicción, cargas y discernimiento. Quería aprender el idioma. Quería aprender más sobre el Señor. Y, lo más importante, quería tener esta relación con Dios. Simplemente no pude tener suficiente.

Luego estaban mis viejos amigos. Quería ser cristiano, quería aprender la Biblia y quería conocer a Dios, pero aún quería encajar con mis amigos. Ser considerado un fanático era lo único que temía por encima de todas las cosas. Por un corto tiempo, traté desesperadamente de vivir en ambos mundos. Pero rápidamente descubrí que eso simplemente no funcionaba.

Dios me estaba cambiando y quería llegar a otras personas con el mensaje del evangelio. Quería ser usado por Él. Y como he dicho a menudo, además de ser cristiano, el mayor gozo que conozco en esta vida es servir al Señor. Es que Dios dirija tus pasos. Puede ser una predicación o puede ser una conversación uno a uno donde el Señor está guiando y dirigiendo.

Pero me asombra que el Creador del universo, el Dios Todopoderoso, condescendiera a trabajar en nuestras vidas y dijera: "Quiero indicarles que vayas aquí y hagas esto y aquello". Es el privilegio más alto concebible que Dios quiera usarnos.

Señor, gracias por permitirnos trabajar contigo para compartir tu alegría con el mundo. Ayúdanos a no dar por sentado el regalo que es compartir tu evangelio con las naciones y con nuestros vecinos. Ayúdanos a tener ojos para ver las necesidades que nos rodean y para responder a esas necesidades con alegría y esperanza. Muchas gracias Señor por tu amor y cuidado por nosotros. En el nombre de Jesús, amén.

Este artículo es una versión resumida de “El Segundo mayor gozo de la vida” de Greg Laurie. Para leer el artículo completo, sigue este enlace.