Una Oración para servir por los motivos correctos

Tomado del Devocional “Vive libremente cada día”

“Porque ni aun el Hijo del Hombre vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos” – Marcos 10:45

Jesús vino a la tierra para servir a los demás y nos llama a hacer lo mismo. ¿Cómo estás sirviendo a los demás? E igualmente importante, ¿por qué lo haces? ¿Alguno de estos pensamientos te resulta familiar?

  • Si no ayudo a esta persona, nadie lo hará.
  • Soy el único que sabe complacer a esta persona.
  • Esta es la última vez que voy a ayudar a esta persona.
  • Estoy cansado de ser un felpudo.


¿Qué pasa con cualquiera de estos?

  • Me quedaré con esta persona porque creo que cambiará.
  • Si continúo haciendo mi mejor esfuerzo para ayudar, creo que las cosas mejorarán.
  • Tengo que ayudar a esta persona porque sus malas decisiones son culpa mía.
  • Soy una mala persona si no hago lo que esta persona quiere de mí.


Considera esto…

El servicio debe ser algo que hacemos de forma voluntaria. A veces, sin embargo, podemos sentir que debemos hacer algo por los demás debido a la presión que sentimos de fuentes externas de intimidación o fuentes internas de culpa. Es posible que ni siquiera nos demos cuenta de que estamos sirviendo a otra persona por razones distintas a un deseo sincero y saludable.

Aquí hay una oración que podemos hacer para examinar nuestros motivos y comenzar a servir de la manera que Dios quiere que sirvamos:

Padre, me doy cuenta de que he tenido algunos de estos pensamientos. Me apresuro a pensar que tengo que llevar las cargas de los demás por mi cuenta. También veo mi tendencia a pensar que puedo salvar a amigos y familiares, cuando sé que eres el único que puede. Ayúdame a ver los motivos poco saludables que tengo para ayudar a los demás. Ayúdame a establecer límites saludables. Perdóname por ayudar con estas motivaciones injustas. Ayúdame a servir a los demás con un corazón generoso y desinteresado que les muestre tu amor. Ayúdame a ser motivado por tu amor, no por mi propio ego. En el nombre de Jesús, Amén.

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Nota del editor: La siguiente es una versión abreviada de ¿Sintiéndote presionado? Tomado del devocional “Viviendo libremente cada día”. Para leer el artículo completo, sigue este enlace.