Una oración del día para una profunda fidelidad
Por Ron Moore
“Preciosa a los ojos del Señor es la muerte de sus fieles servidores” - Salmos 116:15
La muerte es un huésped no deseado. Nos acobardamos ante su llegada. Pero preciosa a los ojos del Señor es la muerte de sus fieles servidores.
La muerte es un visitante inoportuno. Siempre llega demasiado pronto. Pero preciosa a los ojos del Señor es la muerte de sus fieles sirvientes.
La muerte es un intruso no deseado. Incluso al final de una larga vida nos aferramos. Aun así, la muerte irrumpe. Pero preciosa a los ojos del Señor es la muerte de sus fieles servidores.
La muerte siempre se sale con la suya. A veces llega en un momento. A veces a través de una larga enfermedad. A veces a través del proceso de envejecimiento. Pero preciosa a los ojos del Señor es la muerte de sus fieles servidores.
La muerte es el último enemigo. No hay glamour en ninguna parte de su proceso. Es un ladrón que viene a llevarse todo lo que hemos conocido. Pero preciosa a los ojos del Señor es la muerte de sus fieles servidores.
Para el creyente la muerte es sólo una transición. Debido a Jesús, pasaremos de la muerte a la vida eterna. Por eso podemos decir: Preciosa a los ojos del Señor es la muerte de sus fieles servidores.
Señor Jesús,
Enséñanos a ser los sirvientes que nos has llamado a ser. Ayúdanos a caminar con humildad, y a mantenernos firmes en nuestra fe sin importar lo difícil que sea el camino. Gracias a ti que por ti sólo conoceremos la sombra de la muerte... ¡la muerte nunca tendrá la victoria sobre nuestras vidas! Gracias por tu amor y fidelidad a mi familia y a mí. En tu nombre rezamos,
Amén.
Nota del Editor: Este Devocional fue extraído de “Hacia adelante” con Ron Moore. Puede leer el devocional completo, aquí.