Una oración por el duelo en Navidad
Por: Dena Johnson
"El ladrón viene sólo para robar, matar y destruir; Vine para que tengan vida, y la tengan abundantemente". - Juan 10:10
He pasado los últimos ocho meses haciendo todo lo que he podido para mantener mi fe fuerte, para confiar en Dios. Pero esta semana, estoy perdiendo la batalla. Me estoy derrumbando bajo el peso de este año.
En los últimos días, me encuentro simplemente desmoronándome. No puedo contener las lágrimas otro momento. No puedo poner una sonrisa en mi cara y fingir que lo estoy haciendo bien. No puedo soportar el dolor que está llenando cada centímetro de mi ser.
Tal vez lo entiendas. Tal vez también te sientas como si este año haya sido una pesadilla, destruyendo tu paz y seguridad. Tal vez sientas que tu vida se está desmoronando, colapsando. Tal vez ya no puedas contenerte en las lágrimas, ya no pretender que todo está bien.
Si estás consumido por el dolor esta Navidad, no estás solo. ¿Podemos tomar un momento para orar?
Señor Jesús, estoy tan abrumado. Mi corazón está pesado, agobiado. Las pérdidas de este año me están aplastando, superando mi paz y alegría. Sé que nos dices que estás cerca de los desconsolados, pero no te siento. Me siento perdido, desesperanzado, abandonado.
Sé que esta es solo una temporada, una temporada que tiene un comienzo y un final. Pero ahora mismo parece que nunca terminará. Necesito esperanza, espero creer que realmente me restaurarás, me fortalecerás. Necesito esperar creer que algún día me harás juntar y ponerme de pie para siempre. Necesito una visión del futuro que tienes para mí, un futuro de esperanza y bendiciones de ti.
Es tan fácil distraerse, centrarse en las muchas pérdidas que he experimentado. Perdóname. Ayúdame a poner mis pensamientos, mi atención en ti. Ayúdame a aferrarme a ti, a tu palabra, a tus promesas. Ayúdame a arreglarme contigo porque sé que es la única manera de disfrutar de tu paz perfecta.
Mientras camino a través de esta temporada de vacaciones, dame una nueva visión de quién eres. Ayúdame a recordar el sufrimiento que experimentó al ver a su Hijo en la cruz, un don dado sólo para mí. Ayúdame a recordar con alegría y a preguntarme los increíbles regalos que tenemos simplemente porque le diste a un precioso bebé que nació esa mañana de Navidad. Ayúdame a concentrar mi corazón y mi mente en Immanuel, Dios conmigo.
Eres mi esperanza, mi única esperanza, para Navidad y todos los días en esta tierra. Permítame que siempre lleve consigo su esperanza. En el nombre de Jesús rezo, Amén.
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Nota del editor: Este devocional fue tomado de Una Oración por el Duelo en Navidad de Dena Johnson. Puedes leer la pieza en su totalidad acá.