Una oración por el regocijo

Escrito por Alistair Begg

“Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez lo diré: ¡Regocijaos!”. - Filipenses 4: 4

¿Puedes responder esto, creyente? ¿Puedes encontrar alguna razón por la que te lamentas tan a menudo en lugar de regocijarte? ¿Por qué ceder a las sombrías previsiones? ¿Quién te dijo que la noche nunca terminaría en día? ¿Quién te dijo que el mar de circunstancias se desvanecerá hasta que no quedara nada más que largos tramos de barro de horrible pobreza? ¿Quién te dijo que el invierno de tu descontento pasaría de una helada a otra, de la nieve y el hielo y el granizo a una nieve más profunda y una tempestad de desesperación aún más intensa? ¿No sabes que el día sigue a la noche, que la inundación viene después del reflujo, que la primavera y el verano siguen al invierno?

¡Estén llenos de esperanza! ¡Esperanza para siempre! Porque Dios no te falla. ¿No sabes que Dios te ama en medio de todo esto? Las montañas, cuando están escondidas en la oscuridad, son tan reales como en el día, y el amor de Dios es tan verdadero para ti ahora como lo fue en tus momentos más brillantes.

Ningún padre castiga. El Señor odia la vara tanto como tú; A él solo le interesa usarlo por la razón que lo haría dispuesto a recibirlo, es decir, que produce su bien duradero. Aún subirás por la escalera de Jacob con los ángeles y contemplarás a Aquel que se sienta en la cima de ella: tu Dios del pacto. Aún, en medio de los esplendores de la eternidad, olvidarás las pruebas del tiempo o solo las recordarás para bendecir al Dios que te guió a través de ellas y obra tu bien duradero en ellas. Ven, canta en medio de la tribulación.

Regocíjate incluso mientras pasas por el horno. ¡Haz florecer el desierto como la rosa! Haz que el desierto resuene con tus alegres alegrías, porque estas ligeras aflicciones pronto terminarán, y entonces, para siempre con el Señor, tu bienaventuranza nunca disminuirá.

No desmayes ni temas, sus brazos están cerca,

Él no cambia y eres querido;

Solo cree y verás

Que Cristo es todo para ti.

Nota del editor: El artículo fue tomado del artículo “Verdad para la vida” de Alistair Begg. Para ver el devocional completo, sigue este enlace.