Una oración por los puntos ciegos

Escrito por Dave Wyrtzen 

“El orgullo lleva a la deshonra, pero con la humildad viene la sabiduría.” - Proverbios 11: 2

Greg es el carpintero maravilloso que ha rescatado piezas clave de nuestra antigua casa, ha hecho una lluvia de ideas con mi esposa, Mary, y luego las ha transformado en algo nuevo para colocar estratégicamente en nuestro nuevo hogar. Una de las cosas más importantes que hicieron Mary y Greg fue derribar una pared para abrir las cosas a la luz. Para ello necesitaban colocar una viga grande.

Una mañana, Greg salió al jardín delantero donde estaba tratando de trasplantar un poco de San Agustín. "Dave, mira esta astilla". Estaba usando su cuchillo para retirar con cuidado una pequeña partícula, todo lo que quedaba de una astilla de una pulgada de largo que se había clavado en su mano a principios de semana.

Pequeñas motas y enormes vigas: Jesús usa el contraste para advertirnos contra tratar hipócritamente de corregir a otros, pero primero presenta una caricatura de palabras. Dos ciegos luchan. Obviamente, ninguno de los dos puede ver, pero el líder insiste en que sabe exactamente hacia dónde se dirigen.

“Y también compartió una parábola con ellos: '¿Puede un ciego guiar a otro ciego? ¿No caerán los dos en un hoyo? ¿Está un estudiante por encima de su maestro? Considera esto: siempre que un estudiante esté completamente capacitado, será como su maestro.

“¿Y por qué miras la mota que está en el ojo de tu hermano, y no te das cuenta de la viga que está en tu propio ojo? ¿O cómo puedes decir a tu hermano: "Hermano, déjame sacarte la mota que está en tu ojo", cuando tú mismo no ves la viga que está en tu ojo? ¡Hipócrita! Saca primero la viga de tu ojo y entonces verás con claridad para sacar la mota que está en el ojo de tu hermano.” Lucas 6: 41-42

Necesito recordar que Jesús me dijo que una vez que me quitara la viga de mi propio ojo, podía ver claramente para quitar la partícula del de mi hermano. También recuerdo la línea roja que podía ver en la palma de Greg y el dolor que generaba incluso ese pequeño fragmento restante. Pecado grande o pequeño: ambos todavía nos duelen y nos amenazan con el pozo, el resultado de vagar por el camino equivocado.

Señor, danos la sabiduría para ver nuestros propios errores y el coraje para reconocerlos. Ayúdanos a desarrollar un espíritu de humildad. Enséñanos a buscar primero la viga en nuestro propio ojo antes de volvernos para juzgar a nuestros vecinos. En tu nombre. Amén.

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Nota del editor: El artículo anterior es una versión resumida de Splinters, Beams, and Blind Spots de Dave Wyrtzen. Para leer el artículo completo, simplemente sigue este enlace .