Una oración por los que amas
“Entonces le trajeron algunos niños para que pusiera las manos sobre ellos y orara; y los discípulos los reprendieron. ” Mateo 19:13
Orar por las personas que amamos es uno de los mejores regalos que podemos darles. Y hacerles saber a esas personas que estamos orando por ellos es una parte importante de ese regalo.
¿Está dando el regalo de la oración a las personas en su vida? ¿Saben que estás orando por ellos?
Tratamos de hacer que la oración sea complicada, pero realmente no lo es. La oración es simplemente una conversación con Dios. Nuestra impotencia es nuestra oración más poderosa. Dios no escucha la elocuencia de nuestras palabras. Escucha la voz de nuestra necesidad.
La oración no es un ejercicio religioso. No es una máquina expendedora sagrada y no requiere que saltemos a través de una cierta cantidad de aros para que Dios escuche y responda.
La oración es la declaración de nuestra total y absoluta dependencia de Dios. Cuando oramos, le estamos diciendo a Dios que estamos desesperados por Él. Estamos diciendo "sí" a lo que sea que nos depare el minuto, el día o el futuro, incluso antes de saber qué puede ser.
No tenemos que ponernos de rodillas ni cerrar los ojos para orar. La oración es la conversación continua entre nuestro corazón y el corazón de Dios, en cada parte de nuestro día.
La oración debe ser nuestra primera respuesta, no nuestro último recurso, y debe ser tan natural como respirar.
Cuando alguien te pida que ores por ellos, ora. Ora con ellos por teléfono. Detente en medio de la tienda o en la acera y ora. Ora con tus hijos de camino a la escuela. Escribe una nota de oración a un amigo herido o simplemente para bendecir a un amigo. Pregúntale a tu mesero o mesera cómo puede orar por ellos.
Haz de la oración un regalo que das gratuitamente.
Oremos
Padre, quiero ser una guerrera de oración, una mujer de Dios que vive en constante estado de oración. Ayúdame a ver las necesidades en la vida de las personas que amo, así como las necesidades en la vida de las personas que conozco todos los días. Enséñame a orar, Señor. En el nombre de Jesús, amén.
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Nota del editor: contenido extraído del devocional de Amigas en Dios, El Don de la Oración, escrito por Mary Southerland. Puedes leer este artículo co
Mary Southerland is also the Co-founder of Girlfriends in God, a conference and devotion ministry for women. Mary’s books include, Hope in the Midst of Depression, Sandpaper People, Escaping the Stress Trap, Experiencing God’s Power in Your Ministry, 10-Day Trust Adventure, You Make Me So Angry, How to Study the Bible, Fit for Life, Joy for the Journey, and Life Is So Daily. Mary relishes her ministry as a wife, a mother to their two children, Jered and Danna, and Mimi to her six grandchildren – Jaydan, Lelia, Justus, Hudson, Mo, and Nori.