Una oración por nuestros misioneros

por Meg Bucher

“Entonces Abram se fue tal como el SEÑOR le había dicho; y Lot fue con él. Y Abram tenía setenta y cinco años cuando partió de Harán” Génesis 12:4

La voz de Génesis 12:4 dice: “Entonces Abram se fue tal como el SEÑOR le había dicho; y Lot fue con él. Y Abram tenía setenta y cinco años cuando partió de Harán.” La valentía de Abraham para recoger a toda su familia y mudarse a Canaán cuando tenía setenta y cinco años de edad es una verdadera seña de identidad de la fe. Incluso rodeado de comodidades modernas y siendo cuatro décadas más jóvenes, apenas puedo entender dejando todo lo que sé por nada familiar.


Pero quiero hacer un viaje. Un viaje de misión. Cada vez que se predica el tema me siento cada vez más hacia el borde de mi asiento. Veo las caras sonrientes de las personas que sueño con abrazar en persona. No estoy seguro de cómo... No sé cuándo... pero es un deseo que rezo mucho.

Hay cosas que podemos hacer todos los días y personas al alcance de las manos para ser ayudados... pero Dios específicamente nos dice que salgamos al mundo. Hay grupos de personas que todavía no saben acerca de Jesús. Hay gente que no tiene agua limpia para beber... y nunca lo han hecho. No saben a qué sabe. Tampoco saben a qué sabe la comida, porque nunca han tenido un tiempo prolongado en sus vidas donde se satisfacen sus necesidades básicas de supervivencia.

En este país, tenemos el privilegio de debatir sobre política y quejarnos de impuestos. Es un honor burlarse de la legislación y flexionar nuestro derecho a expresar nuestra opinión. Pero ¿qué pasa si elegimos ver y reconocer lo que está pasando más allá de nuestra puerta todos los días ... para ayudar a los que están en las afueras de la sociedad y el mundo...

“Sin ninguna duda. “

Padre, te alabamos por nuestros misioneros y equipos misionales. Gracias por la oportunidad de enfrentarse cara a cara con las personas que necesitan el Evangelio y que necesitan ayuda física, emocional y espiritual. Perdónanos por olvidarnos de lo olvidado. Bendícenos con la oportunidad de ir a viajes de misión. En el nombre de Jesús, Amén.

“Megs” escribe sobre la vida cotidiana en el amor de Cristo. Salió de su zona de confort y de su carrera de mercadotecnia para obedecer el llamado de Dios de quedarse en casa y ser “mamá” en 2011. De ese paso de obediencia nació su blog, Sunny & 80, una forma de conservar los divertidos momentos cotidianos de maternidad. (https://sunnyand80.org) Meg también es escritora independiente y autora de “Amiga de Todos”. Le encanta enseñar la Palabra de Dios y dirigir su estudio bíblico los lunes por la mañana, ser madre, correr a distancia y tomar fotografías. Meg reside en el norte de Ohio con su esposo, dos hijas y Golden-Doodle ... todos los fanáticos ávidos de los Cleveland Browns.

Meg BucherMeg writes about everyday life within the love of Christ at megbucher.comShe is the author of “Friends with Everyone, Friendship within the Love of Christ,” “Surface, Unlocking the Gift of Sensitivity,” “Glory Up, The Everyday Pursuit of Praise,” “Home, Finding Our Identity in Christ,” and "Sent, Faith in Motion." Meg earned a Marketing/PR degree from Ashland University but stepped out of the business world to stay home and raise her two daughters …which led her to pursue her writing passion. A contributing writer for Salem Web Network since 2016, Meg is now thrilled to be a part of the editorial team at Salem Web Network. Meg loves being involved in her community and local church, leads Bible study, and serves as a youth leader for teen girls.