Una oración por una perspectiva más amplia
Por Kristen Welch
“La religión pura y sin mácula delante de nuestro Dios y Padre es ésta: visitar a los huérfanos y a las viudas en sus aflicciones, y guardarse sin mancha del mundo.” Santiago 1:27
Nada sacude más tu mundo como regresar de un país del tercer mundo que está inundado con enfermedades y pobreza. Nada te hace cuestionarte más a ti mismo, tus motivos y tu propia sanidad más que tratar de mezclar tu vieja perspectiva con la nueva. Nada te hace querer educar hijos compasivos como conocer personas de las que el mundo se ha olvidado.
Tengo hijos maravillosos. Son dulces y se comportan bien (la mayor parte del tiempo), pero son los típicos niños americanos. Tienen mucho. Quieren cosas instantáneas y fáciles. Piensan en ellos primero.
Lucen como sus padres.
Luego de regresar de mi viaje doloroso y esperanzados a África, sabía que tenía que cambiar la forma en la que vivíamos. No estaba motivada por la culpa, sino por la compasión. Mis hijos aman jugar a seguir al líder. Siguen a sus padres. Hemos estado mostrando la perspectiva americana: casas más grandes, autos más lujosos, una mayor cantidad de juguetes, y también tener presente a Dios entre todas esas cosas.}
Un sábado, les explique a mis hijos que ocasionalmente estaríamos renunciando a nuestro personal de limpieza, quien nos hace la vida mucho más sencilla. Les enseñe a limpiar inodoros “¿Y por qué es que estamos haciendo esto? Preguntó mi hija. Les mostré los rostros de los cuatro niños a los que estamos patrocinando a través de Compasión Internacional, sonriendo desde sus fotos en nuestro refrigerador.
Se retiró el cabello de sus ojos, asintió y fue a seguir fregando. Se detuvo y dijo muy conscientemente “Madre, me gustaría llenar nuestro refrigerador de fotos de niños a través del mundo
Resulta que mis hijos estaban esperando que sus líderes les mostraran el mundo. Aman orar por un nuevo país en la oración antes de cenar cada noche. No pueden esperar a escribirle a los niños que patrocinamos. Entienden la elección de comprar ropa de segunda mano y dejar otras cosas para darle a nuestro dinero una mayor importancia.
Pensé que los cambios que hacíamos en nuestro hogar serían duros para mis hijos. Pensé que habría resistencia. Pero aman esta perspectiva y las fotos en nuestro refrigerador.
Oración
Señor, te amo. Quiero ser como tú. Quiero que mis hijos amen a otros. Quiero que sean personas compasivas. Quiero que estemos salvos por la gracia a través de la fe y no de nuestras obras, pero también oro por que mis obras sean evidencia al mundo de lo que estás haciendo a través de mí. Mis hijos me siguen, por favor ayúdame a dirigirlos a ti. Amén.
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Nota del editor: Contenido tomado del libro de Kristen Welch “No me hagas ir hasta allá” 2011. Abingdon Press. Usado con permiso.