Tema de la Semana: La Vida Abundante

A través de la vida, la muerte y la resurrección de Jesús, se nos ha brindado la oportunidad de vivir una vida increíblemente abundante aquí en la tierra. Nuestro Dios está más cerca, es más tangible y tiene más capacidad para dar a conocer su presencia de lo que nos damos cuenta. Él anhela hacer que sus hijos estén más en sintonía y que sean más conscientes de la profundidad de su amor, guía, empoderamiento y cercanía. Él desea que nuestros días aquí en la tierra estén marcados por la comunión cara a cara con él. Mientras vemos cómo es vivir una vida abundante aquí en la tierra, oro para que tu corazón se despierte a la realidad de la presencia y el amor de Dios en tu vida.

Relación gloriosa

Pasaje Bíblico:“Mira que estoy a la puerta y llamo. Si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré, y cenaré con él, y él conmigo”. Apocalipsis 3:20

Devocional:

Aquí en la tierra tenemos enormes riquezas disponibles en nuestra relación gloriosa con Dios que aún no hemos experimentado. Jesús creó un camino para que pudiéramos restaurar la relación con nuestro Padre celestial nuevamente no solo en el cielo, sino ahora mismo. Hemos sido limpiados por la sangre del Cordero puro e inmaculado, de modo que la presencia del Dios vivo ahora reside con nosotros. Dios está aquí, y él está listo para que tú y yo experimentemos la plenitud de la vida que solo se encuentra en una continua comunión con él.

Apocalipsis 3:20 dice: “Mira que estoy a la puerta y llamo. Si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré, y cenaré con él, y él conmigo”. Dios está golpeando continuamente las puertas de nuestros corazones, listo y dispuesto a entrar y reunirse con nosotros en cada aspecto de nuestras vidas. Cada uno de nosotros fue creado para tener intimidad libre de vergüenza y rechazo. Vivimos insatisfechos hasta que nuestros corazones encuentran su hogar con nuestro Padre amoroso que está siempre presente.

Hoy Dios está llamando a la puerta de tu corazón y te está pidiendo que le permitas entrar y llenarte de la vida que viene al tener una relación gloriosa con él. Él quiere darte su aliento para que los lugares secos y cansados de tu corazón se llenen hasta desbordarse con las aguas vivas de su amor. El Salmo 139:1-6 dice:

“Señor, tú me examinas, tú me conoces. Sabes cuándo me siento y cuándo me levanto; aun a la distancia me lees el pensamiento. Mis trajines y descansos los conoces; todos mis caminos te son familiares. No me llega aún la palabra a la lengua cuando tú, Señor, ya la sabes toda. Tu protección me envuelve por completo; me cubres con la palma de tu mano. Conocimiento tan maravilloso rebasa mi comprensión; tan sublime es que no puedo entenderlo”.

Dios está siempre disponible, siempre listo y siempre dispuesto a guiarte hacia un encuentro con él. Todo lo que se requiere de ti es que tengas un corazón abierto. La verdadera vida aquí en la tierra encuentra sus raíces únicamente en la relación restaurada con el Creador. No hay bien fuera del Señor (Salmo 16:2). No hay amor como el que hemos encontrado en Dios. No hay amigo como el Espíritu Santo. No hay ningún propósito mejor que el de buscar de todo corazón una relación plena con Dios.

Sofonías 3:17 dice: “Porque el Señor tu Dios está en medio de ti como guerrero victorioso. Se deleitará en ti con gozo, te renovará con su amor, se alegrará por ti con cantos”. Tómate un tiempo para permitir que Dios se regocije por ti. Permítele calmar el estrés y las preocupaciones de esta vida con su presencia amorosa. Pídele que te revele qué tan cerca está y vive hoy a la luz de la gloriosa relación con tu Padre celestial que te ofrece el poderoso sacrificio de Jesús.

Guía de Oración:

1. Medita en la riqueza de la relación que tienes disponible con Dios. Permite que la Biblia te llene del deseo de tener encuentros más consistentes con tu Padre celestial.

“¡Cuán preciosos, oh Dios, me son tus pensamientos! ¡Cuán inmensa es la suma de ellos!
 Si me propusiera contarlos, sumarían más que los granos de arena. Y, si terminara de hacerlo, aún estaría a tu lado”. 
Salmo 139:17-18

“¿Puede una madre olvidar a su niño de pecho, y dejar de amar al hijo que ha dado a luz?
 Aun cuando ella lo olvidara, ¡yo no te olvidaré!
”.  Isaías 49:15

“Mira que estoy a la puerta y llamo. Si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré, y cenaré con él, y él conmigo”. Apocalipsis 3:20

2. ¿En qué cosas te das cuenta de que no estás experimentando la plenitud de la vida con Dios? ¿En qué áreas necesitas más encuentros con la presencia y el amor de Dios?

3. Tómate un tiempo simplemente para dejar que Dios te ame. Abre la puerta de tu corazón a tu Padre celestial y deja que se reúna contigo. Ten fe en que él te guiará a un encuentro consigo mismo y te dará exactamente lo que necesitas. Que encuentres descanso y renovación en los brazos amorosos de tu Padre.

“Acérquense a Dios, y él se acercará a ustedes”. Santiago 4:8

“En realidad, sin fe es imposible agradar a Dios, ya que cualquiera que se acerca a Dios tiene que creer que él existe y que recompensa a quienes lo buscan”. Hebreos 11:6

Que las palabras de Jesús en Juan 15:4-6 te llenen con el deseo de permanecer en comunión con tu Padre celestial en todo lo que hagas hoy:

“Permanezcan en mí, y yo permaneceré en ustedes. Así como ninguna rama puede dar fruto por sí misma, sino que tiene que permanecer en la vid, así tampoco ustedes pueden dar fruto si no permanecen en mí. Yo soy la vid y ustedes son las ramas. El que permanece en mí, como yo en él, dará mucho fruto; separados de mí no pueden ustedes hacer nada. 6 El que no permanece en mí es desechado y se seca, como las ramas que se recogen, se arrojan al fuego y se queman”.

Lectura Complementaria: Salmo 139

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