Tema de la Semana: Honestidad

La honestidad es más que las palabras que decimos, es una postura del corazón. No fuimos hechos para tratar de ser algo que no somos. Dios nunca nos pide que mantengamos las apariencias. Él anhela que tengamos el coraje de ser vulnerables, que estemos tan fundados en su amor incondicional que vivamos honestamente. Que esta semana puedas experimentar nuevos niveles de paz y alegría a medida que descubrimos lo que hay en el corazón de Dios con respecto a la honestidad.

Completamente Amado

Pasaje Bíblico: 

“Aunque cambien de lugar las montañas y se tambaleen las colinas, no cambiará mi fiel amor”. Isaías 54:10

Devocional:

El resultado final de la honestidad, (es decir la razón para ser plenamente conocidos por Dios) es que podamos ser plenamente amados. Su amor es el fundamento. Es la razón de ser. Sin su amor no tenemos nada y sin honestidad nunca experimentaremos completamente su enorme riqueza de afecto por nosotros.

Isaías 54:10 es la promesa de Dios para ti y para mí hoy. Él nos dice: “Aunque cambien de lugar las montañas y se tambaleen las colinas, no cambiará mi fiel amor”. La pregunta de hoy no consiste en saber si Dios nos ama o no. Tampoco la duda pasa por saber si tenemos la capacidad de experimentar su amor o no. La Biblia nos invita en el Salmo 34:8: “Prueben y vean que el Señor es bueno”. La pregunta correcta sería si estamos recibiendo o no el amor que ya tenemos disponible.

A menos que vengamos ante Dios siendo totalmente honestos, lo único que presentaremos para que él nos ame será solo una parte de nosotros mismos. A menos que lo dejemos entrar en cada área de nuestras vidas, viviremos con una noción parcial del amor de Dios. La mayoría de nosotros sabemos que él nos ama cuando adoramos, cuando servimos, cuando nos involucramos en la comunidad, cuando leemos la Biblia y cuando oramos. ¿Pero sabemos que nos ama cuando fallamos? ¿Sabemos que nos ama cuando decimos algo incorrecto, dudamos de él, perdemos oportunidades de compartir el evangelio o nos escapamos de él?

Dios no nos ama solo una parte del tiempo o solo cuando tenemos éxito. Su amor es completo y trasciende nuestras personas y nuestro comportamiento. Él es amor. Él ama todo el tiempo. Romanos 5:8 dice: “Pero Dios demuestra su amor por nosotros en esto: en que cuando todavía éramos pecadores, Cristo murió por nosotros”. Dios te ha amado en tu peor momento. Si te amó lo suficiente como para morir por ti aunque no eras lo suficientemente bueno, ahora también te amará.

Si quieres experimentar la profundidad total del amor de Dios por ti, debes acudir a él por completo. Debes dejarlo entrar en cada parte de tu día. Debes dejarlo entrar en tu pasado, tu presente y tu futuro. Debes vivir basado en la revelación de su amor incondicional por ti en lugar de hacerlo bajo una relación que se basa en lo que haces para él.

Que hoy puedas encontrarte con la plenitud del amor de Dios por ti entrando en este tiempo de oración guiada. Y que su amor por ti te haga profundizar sin barreras en la comunión que ya está disponible para ti.

Guía de Oración: 

1. Medita en la naturaleza incondicional del amor de Dios. Permite que la Biblia te pinte la imagen de quién es realmente Dios en lugar de tu perspectiva limitada y mundana.

Sin embargo, en todo esto somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. Pues estoy convencido de que ni la muerte ni la vida, ni los ángeles ni los demonios, ni lo presente ni lo por venir, ni los poderes, ni lo alto ni lo profundo, ni cosa alguna en toda la creación podrá apartarnos del amor que Dios nos ha manifestado en Cristo Jesús nuestro Señor”. Romanos 8:35-39

2. Ven delante de Dios y sé plenamente conocido. Abre cada parte de tu corazón a él. Pide al Espíritu Santo que te revele cómo quiere amarte Dios hoy. Anota su respuesta.

“Pero el que ama a Dios es conocido por él”. 1 Corintios 8:3

3. Tómate un tiempo simplemente para recibir y descansar en el amor de Dios. Experimenta la naturaleza incondicional de su amor. Deja que su amor te lleve a una vida fundada en la gracia en lugar de las obras.

“Así que acerquémonos confiadamente al trono de la gracia para recibir misericordia y hallar la gracia que nos ayude en el momento que más la necesitemos”. Hebreos 4:16

Vivir por gracia es elegir creerle a Dios en su palabra. Es elegir vivir basado en la Biblia y no en todo lo que hemos conocido del mundo. La gracia no se encuentra aquí, es un producto solo del cielo. Pero Dios nos ha rescatado de una vida basada en los caminos del mundo y ahora pertenecemos al cielo. Tenemos disponible para nosotros mucho más de lo que ofrece el mundo. Somos amados total y plenamente a pesar de nuestras debilidades y fracasos. Que vivas tu vida con una clara revelación de la gracia y recibas el amor de Dios en cada parte de tu día.

Lectura Complementaria: Romanos 8

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