Tema de la Semana: El Amor Hace

Santiago 2:26 nos dice: “La fe sin obras está muerta”. Si queremos experimentar la plenitud de la vida que se nos ofrece a través de nuestra fe, debemos poner en práctica nuestras palabras. No debemos profesar amar a Dios los domingos y vivir como si él no estuviera presente, o como si no fuera real ni bueno el lunes. Que tu fe cobre vida esta semana mientras buscas ser un hacedor de la palabra.

El amor está presente

Pasaje Bíblico: “¿A dónde podría alejarme de tu Espíritu? ¿A dónde podría huir de tu presencia?”. Salmo 139:7

Devocional:

Uno de los aspectos más reconfortantes del carácter de Dios es que él está presente. Jesús dejó en claro el deseo de Dios de estar presente cuando dejó su trono y se hizo cargo de la humanidad. Dios nunca ha deseado la distancia con sus hijos. Él lucha para tener una relación cercana con nosotros todos los días. Esta semana estamos viendo no solo cómo podemos recibir la palabra de Dios, sino también cómo experimentar más de Dios a través de ser hacedores de su palabra. Entonces, hoy exploremos cómo podemos seguir el ejemplo de Jesús y estar presentes para los que nos rodean.

Estar presente en la vida de las personas siempre requiere sacrificio. Requiere salir de lo que únicamente te beneficiará a ti para poder vivir en beneficio de los demás. Filipenses 2:3 nos enseña: “No hagan nada por egoísmo o vanidad; más bien, con humildad consideren a los demás como superiores a ustedes mismos”. Jesús nos consideraba más importantes que su propia vida. Murió para que pudiéramos vivir, y nos llama a hacer lo mismo. Lucas 9:23 dice: “Si alguien quiere ser mi discípulo, que se niegue a sí mismo, lleve su cruz cada día y me siga”. Juan 12:24 deja claro que para llevar fruto en esta vida debemos morir a nosotros mismos: “Ciertamente les aseguro que, si el grano de trigo no cae en tierra y muere, se queda solo. Pero, si muere, produce mucho fruto”. Elige hoy ser un hacedor de la palabra y muere a ti mismo para que puedas amar mejor a los demás.

Ya ves, antes que tu consejo, la gente necesita tu presencia. Antes que ser reparados, simplemente necesitamos saber que somos amados y cuidados. Es en el dar y recibir amor que se produce la curación. Estar presente crea espacio para prosperar, sanar y transformar.

¿Quién en tu vida necesita que estés presente hoy? ¿De qué manera ha estado Dios presente en tu propia vida? ¿De qué manera te ha demostrado su proximidad? ¿Y de qué manera podrías ser su reflejo hoy? Te aseguro que hay alguien a tu alrededor que solo necesita que estés presente en su vida. Hay una persona que simplemente necesita saber que alguien la amaría lo suficiente como para pensar en ella y estar cerca. Tómate un tiempo hoy para que alguien sepa que estás ahí para él. Escucha, ama y observa cómo Dios obra a través de ti, simplemente estando presente en las vidas de los demás.

Guía de Oración:

1. Tómate un momento para reflexionar sobre la cercanía de Dios en tu vida. Recibe su presencia. Encuentra su cercanía.

“¿A dónde podría alejarme de tu Espíritu? ¿A dónde podría huir de tu presencia? Si subiera al cielo, allí estás tú; si tendiera mi lecho en el fondo del abismo, también estás allí. Si me elevara sobre las alas del alba, o me estableciera en los extremos del mar, aun allí tu mano me guiaría, ¡me sostendría tu mano derecha! Y, si dijera: ‘Que me oculten las tinieblas; que la luz se haga noche en torno mío’, ni las tinieblas serían oscuras para ti, y aun la noche sería clara como el día. ¡Lo mismo son para ti las tinieblas que la luz!”. Salmo 139:7-12

2. Ahora pídele al Espíritu que te muestre a alguien que necesita que estés presente hoy. Pasa algún tiempo pensando y orando por esa persona.

3. Pregúntale a Dios cómo debes estar presente en su vida. ¿Cómo puedes ser un reflejo del amor de Dios para esa persona hoy?

Ten el coraje de humillarte ante las personas que te rodean. Considéralos más importantes que tú. Estar presente no se trata de lo que pueden darte a cambio o incluso de cómo parecen recibir tu amor. Ama desinteresadamente hoy como lo hizo Jesús, y experimenta el gozo y la paz que viene de servir en lugar de buscar ser servido.

Lectura Complementaria: Filipenses 2

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