Tema de la Semana: Confianza

No fuimos creados para depositar nuestra confianza a la ligera. Valoramos la confianza como valoramos nuestras propias vidas, examinando constantemente a los demás para ver si son dignos de nuestra confianza. Sin embargo, fuimos hechos vivir nuestra la vida con ayuda, para depositar nuestra confianza en aquello que nos proporcionará más vida, alegría y paz. Oro para que esta semana tú y yo descubramos cuán confiable es nuestro Padre celestial. Oro para que voluntariamente entreguemos el control de nuestras vidas a un Dios capaz, amoroso y cercano. Y oro también para que experimentemos la vida abundante que solo se puede lograr al depositar nuestra confianza en un Dios que renuncia a todo por relacionarse con nosotros.

Planes

Pasaje Bíblico: “El corazón humano genera muchos proyectos, pero al final prevalecen los designios del Señor”. Proverbios 19:21

Devocional:

Nuestros planes son una de las áreas de la vida en las que puede ser más difícil confiar en Dios. Muy a menudo miramos dentro de nosotros mismos para descubrir deseos y ambiciones y formamos planes basados únicamente en nuestra comprensión y perspectiva limitada. Colocamos el peso de planear nuestras vidas directamente sobre nuestros propios hombros y nos conformamos con vivir una vida llena de presión y fracaso. Nuestro Padre celestial nos dice a nosotros, sus hijos, cuán grande es su deseo de guiarnos. Él anhela compartir sus maravillosos planes con nosotros, planes que satisfarán los deseos más profundos de nuestros corazones y nos ayudarán a acumular abundantes tesoros en el cielo junto a él.

Santiago 4:13-15 ilustra la necesidad de mirar a Dios cuando hacemos planes:

“Ahora escuchen esto, ustedes que dicen: ‘Hoy o mañana iremos a tal o cual ciudad, pasaremos allí un año, haremos negocios y ganaremos dinero. ¡Y eso que ni siquiera saben qué sucederá mañana! ¿Qué es su vida? Ustedes son como la niebla, que aparece por un momento y luego se desvanece. Más bien, debieran decir: ‘Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello’”.

¿Por qué nos miramos a nosotros mismos cuando no sabemos ni siquiera “qué sucederá mañana”? ¿Por qué buscar nuestra propia voluntad cuando nuestro Padre celestial anhela compartir su perfecta voluntad con nosotros? Algunos de nosotros simplemente no sabemos que Dios quiere revelarnos sus planes. Muchos creyentes viven sin conocer todo lo que está disponible para ellos a través de la vida, la muerte y la resurrección de Jesús. Conoce hoy el deseo de Dios para ti. Romanos 12:2 ordena: “No se amolden al mundo actual, sino sean transformados mediante la renovación de su mente. Así podrán comprobar cuál es la voluntad de Dios, buena, agradable y perfecta”. Puedes discernir la voluntad de Dios. Puedes conocer sus planes para ti. Él es un buen Padre que anhela guiarte a las cosas más importantes de esta vida.

Para aquellos de nosotros que sabemos que Dios quiere compartir sus planes con nosotros, no buscamos ni seguimos su dirección porque en algún lugar de nuestro corazón dudamos que él realmente nos dé la mejor vida posible. Miramos las vidas de otros creyentes y decidimos que nos divertiremos más si seguimos nuestro camino. Muy a menudo, nosotros como cristianos, no hemos llevado un estilo de vida que demuestre que estamos completamente satisfechos con Dios y sus planes. Mostramos una fe tibia en la que no experimentamos ni la plenitud de Dios ni lo que el mundo tiene para ofrecer. Como resultado, nuestras vidas se viven sin pasión, alegría ni abundancia de ninguna forma.

La verdad de Dios para ti y para mí es que él hoy tiene planes perfectos y agradables para nosotros y anhela que los conozcamos. Proverbios 3:5-6 dice: “Confía en el Señor de todo corazón, y no en tu propia inteligencia. Reconócelo en todos tus caminos, y él allanará tus sendas”. Dios anhela enderezar los caminos que se te presentan. Él anhela guiarte hacia cosas cada vez más grandes en cada etapa. Él sabe lo que te espera. Él conoce las oportunidades y los obstáculos que se te acercan, y él es el Buen Pastor que te guiará a la plenitud de la vida de este lado del cielo. Confía en tu amoroso Padre celestial tus planes y experimenta su guía en cada decisión que enfrentes hoy.

Guía de Oración:

1. Medita en la disponibilidad y en el fruto de confiar en Dios con respecto a los planes para tu vida.

“‘Porque yo sé muy bien los planes que tengo para ustedes’ —afirma el Señor—, ‘planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza’”. Jeremías 29:11

“Confía en el Señor de todo corazón, y no en tu propia inteligencia. Reconócelo en todos tus caminos, y él allanará tus sendas. No seas sabio en tu propia opinión; más bien, teme al Señor y huye del mal. Esto infundirá salud a tu cuerpo y fortalecerá tu ser”. Proverbios 3:5-8

“No se amolden al mundo actual, sino sean transformados mediante la renovación de su mente. Así podrán comprobar cuál es la voluntad de Dios, buena, agradable y perfecta”. Romanos 12:2

2. ¿Qué te impide confiar a Dios tus planes? ¿Por qué te miras a ti mismo para planificar tu propio camino?

 “Ahora escuchen esto, ustedes que dicen: ‘Hoy o mañana iremos a tal o cual ciudad, pasaremos allí un año, haremos negocios y ganaremos dinero. ¡Y eso que ni siquiera saben qué sucederá mañana! ¿Qué es su vida? Ustedes son como la niebla, que aparece por un momento y luego se desvanece. Más bien, debieran decir: ‘Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello’”. Santiago 4:13-15

3. Pon tus planes ante tu Buen Pastor y pídele sus planes. Buscasus planes para tu trabajo, tu familia y tus relaciones. Pregúntale cómo son sus planes para satisfacer los deseos de alegría, pasión y el propósito que tiene tu corazón.

“Deléitate en el Señor, y él te concederá los deseos de tu corazón”.Salmo 37:4

Por tanto, no sean insensatos, sino entiendan cuál es la voluntad del Señor.” Efesios 5:17

“El Señor cumplirá en mí su propósito. Tu gran amor, Señor, perdura para siempre; ¡no abandones la obra de tus manos!”. Salmo 138:8

Dios está más preocupado por el estado de tu corazón que por el trabajo de tus manos. Romanos 14:17 dice: “Porque el reino de Dios no es cuestión de comidas o bebidas, sino de justicia, paz y alegría en el Espíritu Santo”. Por supuesto, a Dios le importa lo que haces. Pero antes de anhelar que cumplas los planes que tiene para ti, él simplemente quiere que conozcas su amor. Tú sirves a un Dios que se preocupa por tus emociones, pensamientos, perspectivas y sentido de valor. Más que desear que hagas algo, él quiere que seas algo. Él anhela que tu vida sea un reflejo de su abrumador amor y bondad. Él anhela que tu vida sea una declaración de su gracia y cercanía. Busca a Dios para tu satisfacción y sigue los deseos que él coloca en tu corazón. Que la obra de tus manos y el estado de tu corazón se centren en la bondad de tu amoroso, poderoso y cercano Padre celestial.

Lectura Complementaria: Romanos 12

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