Tema de la Semana: La Presencia Manifiesta de Dios

La presencia de Dios es real, llena de amor y completamente transformadora. Ella toma lo que estaba roto y lo sana. Nos toma cuando estamos perdidos y nos guía a nuestro lugar legítimo en el Padre. Satisface a los cansados, trae luz a la oscuridad y derrama la lluvia refrescante del amor de Dios en las partes más secas y profundas del alma. En la Biblia una historia tras otra nos relata cómo Dios baja para encontrarse con sus hijos allí donde están, y tu Padre celestial hace lo mismo por ti hoy. Él anhela dar a conocer la realidad de su presencia, desea refrescarte con su cercanía. Fuiste creado para encontrarte con Dios y nunca estarás satisfecho hasta que vivas continuamente la experiencia para la cual fuiste creado. Permite que tus deseos de encontrarte con el Dios vivo se intensifiquen esta semana mientras leemos historias poderosas de personas que se encontraron con su presencia manifiesta. Responde a la palabra de Dios buscando aquello para lo que fuiste creado: un encuentro continuo con tu Padre celestial.

La columna de la presencia de Dios

Pasaje Bíblico: “De día, el Señor iba al frente de ellos en una columna de nube para indicarles el camino; de noche, los alumbraba con una columna de fuego. De ese modo podían viajar de día y de noche. Jamás la columna de nube dejaba de guiar al pueblo durante el día, ni la columna de fuego durante la noche”. Éxodo 13:21-22

Devocional:

Una de las mayores realidades acera de la presencia de Dios es la forma en la que nos guía. Éxodo 13:21-22 proporciona una ilustración de una verdad importante que Dios quiere que sepamos hoy: cuando necesitamos orientación, podemos acudir a su presencia y descubrir su guía en abundancia. La Escritura nos dice: “De día, el Señor iba al frente de ellos en una columna de nube para indicarles el camino; de noche, los alumbraba con una columna de fuego. De ese modo podían viajar de día y de noche. Jamás la columna de nube dejaba de guiar al pueblo durante el día, ni la columna de fuego durante la noche”.

A pesar del pecado de los israelitas, Dios los guio fielmente. Incluso en su falta de fe, él les proporcionó una guía milagrosa. Y ahora, al creer en la muerte y resurrección de Jesús, hemos sido llenos con la presencia de Dios mismo. Se nos ha dado el don milagroso del Espíritu Santo, que siempre está presente con nosotros y en nosotros. Si el hecho de que Dios guió a su pueblo con una columna de nube y fuego fue asombroso, ¿cuánto más increíble es que hayamos sido llenos con la presencia misma de Dios por la obra de Cristo? Jesús trazó un camino para que nosotros conozcamos la voluntad de Dios a cada momento mientras estamos en comunión con el Espíritu de Dios mismo.

Entonces, ¿cómo podemos seguir al Espíritu como los israelitas siguieron la columna de fuego y la nube? ¿Cómo podemos descubrir la abundancia de guía disponible para nosotros a través de la presencia de Dios? Primero, debemos reconocer nuestra necesidad de su guía y buscar su consejo. Él solo puede guiar a los que eligen seguirlo. Si eliges seguir tu propio camino en la vida, saldrás de la guía de su presencia. Es en la búsqueda de su voluntad que descubrimos la vasta reserva del liderazgo perfecto del Espíritu. Proverbios 3:5-6 dice: “Confía en el Señor de todo corazón, y no en tu propia inteligencia. Reconócelo en todos tus caminos, y el allanará tus sendas”. Reconócelo. Reconoce la realidad de su presencia en tu vida en todos tus caminos. Confía en su guía en lugar de hacerlo en tu propia comprensión, y observa cómo él hace rectos todos tus caminos.

Segundo, debes creer que Dios puede guiarte y lo hará cuando pidas su guía. Isaías 58:11 dice: “El Señor te guiará siempre; te saciará en tierras resecas, y fortalecerá tus huesos. Serás como jardín bien regado, como manantial cuyas aguas no se agotan”. Este mundo está sufriendo por la falta de la guía de Dios. Vivimos en un mundo que busca, se esfuerza y anhela continuamente algún tipo de mensaje de liderazgo. A nuestro alrededor, los ciegos guían a los ciegos a los lugares más profundos de la oscuridad, buscando continuamente lo que ya hemos encontrado en Dios. Nuestro Señor anhela satisfacer tu deseo de dirección. Él anhela hacerte "como jardín bien regado, como manantial cuyas aguas no se agotan". Todo lo que tienes que hacer es preguntarle. Santiago 1:5 dice: “Si a alguno de ustedes le falta sabiduría, pídasela a Dios, pues Dios da a todos generosamente si menospreciar a nadie”. Dios te guiará cuando lo busques pidiendo sabiduría. Te guiará a la perfecta voluntad que tiene para ti si te humillas ante él y te comprometes a seguirlo. Todo lo que tienes que hacer es pedir y seguir la guía del Espíritu en todo aquello que quiera guiarte. Él te mostrará claramente su liderazgo si te quedas detrás de él y escuchas.

Por último, debes seguir su dirección para experimentar el fruto de su presencia orientadora. El premio de un billete de lotería ganador permanece sin valor hasta que se cobra. El contenido de un regalo permanece inútil hasta que se abre. Se te ha dado el regalo más increíble de todos: la presencia y guía de Dios en tu vida. Proverbios 3:13-18 dice:

“Dichoso el que halla sabiduría, el que adquiere inteligencia. Porque ella es de más provecho que la plata y rinde más ganancias que el oro. Es más valiosa que las piedras preciosas: ¡ni lo más deseable se le puede comparar! Con la mano derecha ofrece larga vida; con la izquierda, honor y riquezas. Sus caminos son placenteros y en sus senderos hay paz. Ella es árbol de vida para quienes la abrazan; ¡dichosos los que la retienen!”.

Pero hasta que elijas seguir la sabiduría de Dios en tu vida, no experimentarás ni siquiera un poco de su valor. Hasta que no sigas la sabia guía del Espíritu Santo, no experimentarás la increíble y abundante vida que tiene para ti. Santiago 1:22-25 nos manda:

 “No se contenten solo con escuchar la palabra, pues así se engañan ustedes mismos. Llévenla a la práctica. El que escucha la palabra, pero no la pone en práctica es como el que se mira el rostro en un espejo y, después de mirarse, se va y se olvida en seguida de cómo es. Pero quien se fija atentamente en la ley perfecta que da libertad, y persevera en ella, no olvidando lo que ha oído, sino haciéndolo, recibirá bendición al practicarla”.

Persevera hoy en la presencia de Dios. Busca su sabiduría y consejo durante la oración guiada. Coloca la carga de llevar tu propia vida sobre sus poderosos y amorosos hombros, y permite que el Espíritu Santo te guíe a la vida abundante que ha preparado para ti.

Guía de Oración: 

1. Medita en el deseo y la capacidad de Dios para guiarte.

“De día, el Señor iba al frente de ellos en una columna de nube para indicarles el camino; de noche, los alumbraba con una columna de fuego. De ese modo podían viajar de día y de noche. Jamás la columna de nube dejaba de guiar al pueblo durante el día, ni la columna de fuego durante la noche”. Éxodo 13:21-22

“El Señor te guiará siempre; te saciará en tierras resecas, y fortalecerá tus huesos. Serás como jardín bien regado, como manantial cuyas aguas no se agotan”. Isaías 58:11

“Clama a mí y te responderé, y te daré a conocer cosas grandes y ocultas que tú no sabes”. Jeremías 33:3

2. Ahora medita en el valor de la guía de Dios en tu vida. Confía en su palabra. Cree que su sabiduría es mucho mayor que la tuya. Confía en lo que dice la Biblia acerca de que te guiará mucho más allá de lo que puedas descubrir por ti mismo.

“Dichoso el que halla sabiduría, el que adquiere inteligencia. Porque ella es de más provecho que la plata y rinde más ganancias que el oro. Es más valiosa que las piedras preciosas: ¡ni lo más deseable se le puede comparar! Con la mano derecha ofrece larga vida; con la izquierda, honor y riquezas. Sus caminos son placenteros y en sus senderos hay paz. Ella es árbol de vida para quienes la abrazan; ¡dichosos los que la retienen!”. Proverbios 3:13-18

“El Señor te guiará siempre; te saciará en tierras resecas, y fortalecerá tus huesos. Serás como jardín bien regado, como manantial cuyas aguas no se agotan”. Isaías 58:11

3. Ahora pide al Espíritu sabiduría y guía en tu vida. ¿En qué aspectos necesitas la mente de Cristo hoy? ¿Qué problema no sabes cómo manejar bien antes de abordarlo? ¿En qué áreas necesitas la guía de Dios? Pon tus preguntas a sus pies y presta atención a cómo le respondes. Espera una respuesta en su presencia y continúa buscando sus respuestas a lo largo del día. Confía en que él te guiará perfectamente en cada cosa buena que tenga para ti.

“Confía en el Señor de todo corazón, y no en tu propia inteligencia. Reconócelo en todos tus caminos, y él allanará tus sendas”. Proverbios 3:5-6

“Si a alguno de ustedes le falta sabiduría, pídasela a Dios, y él se la dará, pues Dios da a todos generosamente sin menospreciar a nadie”. Santiago 1:5

La oración de Pablo a los efesios es mi oración por ti hoy. Que seas bendecido con la vasta reserva de la maravillosa guía de Dios:

“No he dejado de dar gracias por ustedes al recordarlos en mis oraciones. Pido que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre glorioso, les dé el Espíritu de sabiduría y de revelación, para que lo conozcan mejor. Pido también que les sean iluminados los ojos del corazón para que sepan a qué esperanza él los ha llamado, cuál es la riqueza de su gloriosa herencia entre los santos, y cuán incomparable es la grandeza de su poder a favor de los que creemos”. Efesios 1:16-19

Lectura Complementaria: Proverbios 3

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