Tema de la Semana: Encontrando a Dios

Tener encuentros constantes y transformadores con Dios mientras estamos en esta tierra es fundamental para la vida cristiana. Nuestro Dios no nos ha dejado abandonados. A través del sacrificio de Jesús hemos sido llenos con el mismo Espíritu de Dios que anhela revelarnos diariamente la cercanía y el amor de nuestro Padre celestial. Nunca estamos solos. No hay donde podamos huir de la presencia de nuestro Dios. Que esta semana esté llena de encuentros transformadores con el Dios vivo mientras aprendemos qué es buscar el rostro de quien nos ha formado, nos conoce y nos ama incondicionalmente.

Encontrando a Dios a través de la acción de gracias

Pasaje Bíblico:“Entren por sus puertas con acción de gracias; vengan a sus atrios con himnos de alabanza; denle gracias, alaben su nombre”. Salmo 100:4

Devocional:

El agradecimiento es un regalo que nos da la buena y amorosa naturaleza de nuestro Padre celestial. En cada etapa de la vida tenemos una razón para dar gracias porque servimos a un Dios completamente fiel, bueno y amoroso. Servimos al único rey que dio su vida por sus siervos indignos y rebeldes. Servimos a un Dios perfectamente digno de toda la acción de gracias y alabanza que podamos dar.

Al usar el increíble regalo de la acción de gracias recordamos lo verdaderamente bueno que es nuestro Padre. Al agradecer experimentamos la alegría de tener una perspectiva apropiada y nuestros corazones se encienden porque se renuevan nuestras mentes. El Salmo 100:4 dice: “Entren por sus puertas con acción de gracias; vengan a sus atrios con himnos de alabanza; denle gracias, alaben su nombre”. Cuando nos presentamos ante Dios con agradecimiento buscamos el rostro de nuestro Padre y nos apoyamos firmemente en la verdad de su naturaleza perfecta. Cuando comenzamos nuestros días, oraciones, adoración, lectura y comunión con un corazón de agradecido, vivimos por la fe y la realidad que se encuentran en el reino de Dios y que vienen a la tierra.

Nuestro Dios es mejor y más grande que nuestras circunstancias, miedos, heridas, conceptos erróneos y fallas pasadas. Tenemos seguridad y alegría cuando declaramos la bondad, el amor y la naturaleza eterna de nuestro Padre. Nosotros dictamos las emociones que sentimos según dónde elijamos habitar y qué escojamos creer. Nuestras mentes son el campo de batalla de nuestras emociones, acciones y nuestro deseo de vivir en comunión con nuestro buen Dios.

Efesios 5:20 dice que debemos “[dar]siempre gracias a Dios el Padre por todo, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo”. Y el Salmo 92:1-5 dice:

¡Cuán bueno, Señor, es darte gracias y entonar, oh Altísimo, salmos a tu nombre; proclamar tu gran amor por la mañana, y tu fidelidad por la noche, al son del decacordio y de la lira;
 al son del arpa y del salterio! Tú, Señor, me llenas de alegría con tus maravillas; por eso alabaré jubiloso las obras de tus manos. Oh Señor, ¡cuán imponentes son tus obras, y cuán profundos tus pensamientos!”.

Nuestros corazones se alegran cuando agradecemos continuamente. Cinco minutos de acción de gracias y alabanza tienen el poder de cambiar la dirección de cada día. Tienen el poder de conmover nuestros corazones y hacernos estar abiertos y conscientes de la voluntad de Dios para nosotros en cada situación. Nos llenan de una atmósfera de alegría y del Espíritu y pueden ayudarnos enormemente a elegir la vida de comunión con el Padre por sobre las actividades del mundo a medida que surgen las diferentes tentaciones y situaciones. Que puedas empoderarte y estar lleno de una alegría trascendente a medida que te comprometes a ser agradecido continuamente.

Tómate un tiempo en la oración guiada para practicar el agradecimiento y disfruta de los frutos de una mente renovada y un corazón lleno de alegría y verdad.

Guía de Oración:

1. Medita sobre la importancia de la acción de gracias. Permite que la Biblia estimule tu deseo de agradecer en todas las etapas.

“Dedíquense a la oración: perseveren en ella con agradecimiento”. Colosenses 4:2

“Alaba, alma mía, al Señor, y no olvides ninguno de sus beneficios”. Salmo 103:2

“Vengan, cantemos con júbilo al Señor; aclamemos a la roca de nuestra salvación. Lleguemos ante él con acción de gracias, aclamémoslo con cánticos”. Salmo 95:1-2

2. Tómate un tiempo para dar gracias a Dios. Piensa en cómo envió a Jesús a morir por ti. Piensa en cuán fiel es y será siempre. Piensa en cuán bueno será el cielo. Da gracias por cualquier regalo que te haya dado.

Con cánticos alabaré el nombre de Dios; con acción de gracias lo exaltaré. Esa ofrenda agradará más al Señor que la de un toro o un novillo con sus cuernos y pezuñas”. Salmo 69:30-31

“Te damos gracias, oh Dios, te damos gracias e invocamos tu nombre; ¡todos hablan de tus obras portentosas!”. Salmo 75:1

3. ¿Cómo te sientes después de haber dedicado un tiempo a la acción de gracias? ¿Han cambiado tus preocupaciones, deseos y perspectivas? Anota los efectos del agradecimiento en tu corazón y en tu mente.

La Biblia nos ordena continuamente que recordemos las obras de nuestro Dios. Cuando el mundo se derrumba a nuestro alrededor a veces es difícil recordar lo fiel que Dios ha sido y será. Es fácil quedar envueltos en las preocupaciones y problemas fugaces de esta vida y olvidar lo perfecta e interminable que será la próxima vida. El Salmo 103:2 dice: “Alaba, alma mía, al Señor, y no olvides ninguno de sus beneficios”. Que puedas ser rápido en recordar los beneficios de la relación restaurada que tienes con tu Padre celestial al tomarte un tiempo para bendecir y agradecer al Señor por todas las cosas maravillosas que te ha dado.

Lectura Complementaria: Deuteronomio 8

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