Tema de la SemanaAvivando Nuestro Amor

Esta semana pasaremos tiempo simplemente avivando nuestro amor por Dios. Dios nos ha diseñado para verlo, conocer su carácter y permitir que la verdad de su bondad nos lleve a una relación más profunda con él. Agustín escribió: “Tú nos has formado para ti mismo, y nuestros corazones están inquietos hasta que encuentran descanso en ti”. Cuando vemos quién es Dios, nuestros corazones se motivan naturalmente para encontrar descanso en su bondad. Que tu corazón se avive ante la revelación del maravilloso carácter de Dios.

La gracia sin límites de Dios

Pasaje Bíblico: “En él tenemos la redención mediante su sangre, el perdón de nuestros pecados, conforme a las riquezas de la gracia”.  Efesios 1:7

Devocional:

La gracia es uno de los aspectos del carácter de Dios más asombrosos y transformadores. Desde el principio de los tiempos, Dios ha elegido prodigar gracia sobre nosotros en lugar de ira. Una y otra vez, le hemos dado la espalda. Y una y otra vez demuestra la profundidad de su deseo por nosotros a través de la entrega de su gracia ilimitada. En su gracia, recibimos una vida no solo lejos de su ira, sino que vivimos en la gloria de la relación con nuestro Creador a través de la redención de Jesús.

Efesios 1:7 dice: “En él tenemos la redención mediante su sangre, el perdón de nuestros pecados, conforme a las riquezas de la gracia”. Veamos algunas de estas ideas hoy y permitámosles avivar nuestros sentimientos por Dios. Permite que Dios hable a través de su palabra a los lugares de tu corazón donde la gracia de Dios todavía no ha tenido la oportunidad de abundar.

Pablo dice que en Jesús tenemos “la redención mediante su sangre”. ¿Has pensado en la naturaleza de tu redención en detalle? Colosenses 1:19-22 dice: “Porque a Dios le agradó habitar en él con toda su plenitud y, por medio de él, reconciliar consigo todas las cosas, tanto las que están en la tierra como las que están en el cielo, haciendo la paz mediante la sangre que derramó en la cruz. En otro tiempo ustedes, por su actitud y sus malas acciones, estaban alejados de Dios y eran sus enemigos. Pero ahora Dios, a fin de presentarlos santos, intachables e irreprochables delante de él, los ha reconciliado en el cuerpo mortal de Cristo mediante su muerte”. Tal es la gracia de tu Padre celestial que no hay una sola cosa entre tú y él que los separe. Tú, que alguna vez te apartaste de Dios, has sido traído a la familia de Dios, redimido por la sangre de Jesús.

No solo has sido redimido de una vez por todas, sino que has sido perdonado tanto ahora como para siempre. Pablo escribe que nosotros, como creyentes, tenemos “el perdón de nuestros pecados, conforme a las riquezas de la gracia”. ¿Dónde en tu vida necesitas el perdón hoy? ¿Qué sientes que te está separando de la relación con tu Padre celestial? Cuando confiesas tus pecados, Dios te ofrece su perdón por todo lo que has hecho.  “Conforme a las riquezas de la gracia”, que se hizo perfectamente evidente en la muerte de Jesús, se te ofrece perdón. Si Dios envió a su Hijo a morir para restablecer la relación contigo, es mejor que creas que ahora perdonará cualquier infracción que parezca interponerse en tu camino 

Dios no actúa como lo hace el mundo. Él no te obliga a pagar la pena por tu propio pecado. En cambio, él ofrece la gracia perfecta. Historia tras historia en la Biblia, Dios pone los sistemas del mundo patas para arriba a través del concepto de la gracia. En la historia del hijo pródigo, el padre permitió que el hijo lo deshonrara, dejó de lado el castigo que le correspondía y organizó una gran fiesta por su hijo descarriado que regresaba a casa. No esperó. No lo hizo trabajar para obtener su redención. Inmediatamente le ofreció perdón libremente en gracia. Dios te ofrece lo mismo hoy. No intentes pagar por tu propio pecado el separarte de la plenitud de la relación con Dios. Jesús pagó el único precio necesario con su propia muerte. Vive a la luz de la gracia de Dios. Ofrece tu corazón a Dios libremente. Permítele trabajar en la redención en cada área de tu vida para que puedas experimentar más plenamente la maravillosa relación que tiene disponible para ti con Dios.

Guía de Oración:

1. Tómate un tiempo para reflexionar sobre la asombrosa gracia de Dios.

“Pagó el precio del rescate de su pueblo y estableció su pacto para siempre. ¡Su nombre es santo e imponente!”. Salmo 111:9

2. Habla con Dios sobre cualquier área de tu vida en la que te sientas separado de él a través del pecado o la falta de entendimiento. ¿En qué lugar de tu vida no sientes gracia? ¿Qué parte de tu pensamiento está dominada por la condena o la negatividad?

3. Pídele a Dios perdón y comprensión de su gracia en esas áreas de tu vida. Recibe la libertad y el perdón que vienen de su presencia.

Dios trabaja incansablemente para guiarte a la plenitud de la relación con él porque te ama. Tú eres su hijo. Él sabe todo sobre ti; te ha creado y le encanta pasar tiempo contigo. Que tus sentimientos por él hoy se aviven. Que puedas conocer y experimentar su amor de maneras poderosas y transformadoras. Que pases tu día en la presencia de Dios, cambiado y fortalecido por la realidad de su gracia ilimitada.

Lectura Complementaria: Efesios 1

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