Tema de la Semana: Navidad

La Navidad es un momento en el que nosotros, como creyentes, celebramos el deseo de Dios de intervenir él mismo en nuestra historia. Antes de Jesús no teníamos una imagen real del amor de Dios. Todo lo que teníamos para conocerlo eran historias antiguas y mandamientos escritos en la ley. Pero solo en Jesús se creó un camino por el cual podríamos caminar en intimidad con el Padre nuevamente. Solo en Jesús se rasgó el velo permitiendo la presencia manifiesta de Dios en la tierra. Le debemos todo lo que tenemos a Jesús. Le debemos todo lo que tenemos a la Navidad. Que estos dos días estén llenos de adoración alegre mientras celebramos a nuestro Rey recién nacido.

El sacrificio de Navidad

Pasaje Bíblico: 

“Yo soy el pan vivo que bajó del cielo. Si alguno come de este pan, vivirá para siempre. Este pan es mi carne, que daré para que el mundo viva”.  Juan 6:51

Devocional:

En esta maravillosa Nochebuena, tomemos un momento para reflexionar sobre el corazón de Jesús. Tomemos un momento para meditar en la profundidad de su amor por nosotros. Tuvo que haber sido amor y solo amor lo que hizo que Dios se encarnara y habitara entre nosotros. Tuvo que haber sido solo amor lo que le dio el deseo de dejar la perfección y asumir el sufrimiento y las limitaciones de un ser humano. ¡Piensa en las diferencias! ¡Piensa en las implicaciones de su decisión! ¿Te imaginas ser el Creador del cielo y la tierra y elegir hacerte más bajo hasta el punto de la muerte por el bien de los humanos que se han extraviado?

Para nosotros la Navidad es una época de gran regocijo. Es un momento de alegría, nostalgia y recuerdo conmovedor. Para Jesús, fue un tiempo de gran sacrificio.

Jesús dice en Juan 6:51: “Yo soy el pan vivo que bajó del cielo. Si alguno come de este pan, vivirá para siempre. Este pan es mi carne, que daré para que el mundo viva”. Tú y yo hemos obtenido la vida eterna en total perfección debido a la magnitud del amor de Jesús por nosotros. Se nos ha otorgado una comunión ilimitada con nuestro Creador simplemente porque nos abrió un camino donde nosotros no podíamos. Isaías 53:4-6 dice:

 “Ciertamente él cargó con nuestras enfermedades y soportó nuestros dolores, pero nosotros lo consideramos herido, golpeado por Dios, y humillado. Él fue traspasado por nuestras rebeliones, y molido por nuestras iniquidades; sobre él recayó el castigo, precio de nuestra paz, y gracias a sus heridas fuimos sanados. Todos andábamos perdidos, como ovejas; cada uno seguía su propio camino, pero el Señor hizo recaer sobre él la iniquidad de todos nosotros”. 

Mientras celebramos esta Nochebuena, recordemos lo que Jesús cargó en su corazón por nosotros antes de su nacimiento. Recordemos la profundidad de su amor por nosotros que lo llevó a someterse a la carne. Ahondemos en nuestra comunión con Dios y entreguémosle el único regalo que él busca: nuestros corazones. Y adoremos a nuestro Pan de Vida en el que se nos ha concedido el don eterno de la relación con nuestro Padre celestial.

Guía de Oración: 

1. Medita en Juan 6:51. Reflexiona sobre la vida que se te ha dado porque Jesús eligió nacer por ti.

“Yo soy el pan vivo que bajó del cielo. Si alguno come de este pan, vivirá para siempre. Este pan es mi carne, que daré para que el mundo viva”. Juan 6:51

2. Tómate un tiempo para meditar en la profundidad del amor que Jesús tiene para ti. Permite que una revelación de su amor se hunda más allá de tu mente y en tu corazón para que puedas encontrar propósito y gozo en la presencia de Dios.

“Ciertamente él cargó con nuestras enfermedades y soportó nuestros dolores, pero nosotros lo consideramos herido, golpeado por Dios, y humillado. Él fue traspasado por nuestras rebeliones, y molido por nuestras iniquidades; sobre él recayó el castigo, precio de nuestra paz, y gracias a sus heridas fuimos sanados. Todos andábamos perdidos, como ovejas; cada uno seguía su propio camino, pero el Señor hizo recaer sobre él la iniquidad de todos nosotros”. Isaías 53:4-6

3. Adora a Jesús en respuesta a su gran amor. Permite que su sacrificio avive tu corazón para darle lo que él buscó todo el tiempo: una relación contigo.

“Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz a los que gozan de su buena voluntad”. Lucas 2:14

La Navidad es una oportunidad única en la que gran parte del mundo se detiene y de alguna manera reconoce la celebración del nacimiento de Jesús. Es un momento en el que los corazones están más blandos para recibir la realidad del amor de Dios. Busca oportunidades hoy con tu familia y amigos para unirte a Dios en la búsqueda de sus corazones. Busca oportunidades para proclamar la disponibilidad de una relación vivificante con Dios. Ámalos bien. Diles palabras de vida y gracia y descubre la profunda alegría que Dios tiene por aquellos a los que está acercando a sí mismo, incluyéndote a ti. Que esta Nochebuena se llene de risas y celebraciones como buenos regalos del corazón de Dios.

Lectura Complementaria: Juan 6

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