Tema de la SemanaAvivando Nuestro Amor

Esta semana pasaremos tiempo simplemente avivando nuestro amor por Dios. Dios nos ha diseñado para verlo, conocer su carácter y permitir que la verdad de su bondad nos lleve a una relación más profunda con él. Agustín escribió: “Tú nos has formado para ti mismo, y nuestros corazones están inquietos hasta que encuentran descanso en ti”. Cuando vemos quién es Dios, nuestros corazones se motivan naturalmente para encontrar descanso en su bondad. Que tu corazón se avive ante la revelación del maravilloso carácter de Dios.

Ser hijo de Dios

Pasaje Bíblico: “Ustedes ya son hijos. Dios ha enviado a nuestros corazones el Espíritu de su Hijo, que clama: ‘¡Abba!¡Padre!’ Así que ya no eres esclavo, sino hijo; y, como eres hijo, Dios te ha hecho también heredero”. Gálatas 4:6-7

Devocional:    

Eres el hijo de Dios, traído a su familia por el poder y la gracia del sacrificio de Jesús por ti. Como creyentes escuchamos que somos hijos de Dios, pero a menudo no vivimos nuestras vidas en respuesta a esa verdad, sino que vivimos con la mentalidad de un huérfano. Los niños no se preocupan cuando tienen un buen padre. No se preguntan si podrán comer, si son amados o si tienen un lugar en este mundo. El amor incondicional de un padre sienta las bases para que tengan una paz y una alegría seguras. Tu Dios desea lo mismo para ti. Dios quiere sentar una base inquebrantable basada únicamente en su amor por ti como su hijo, para que cuando las tormentas lleguen y las olas te golpeen, permanezcas fuerte en tu identidad.

Primero, veamos lo que la Biblia dicen acerca de ti, y luego tómate un tiempo para responder a la palabra de Dios con fe. Juan 1:12-13 dice: “Mas a cuantos lo recibieron, a los que creen en su nombre, les dio el derecho de ser hijos de Dios. Estos no nacen de la sangre, ni por deseos naturales, ni por voluntad humana, sino que nacen de Dios”. Gálatas 4 6-7 dice: “Ustedes ya son hijos. Dios ha enviado a nuestros corazones el Espíritu de su Hijo, que clama: ‘¡Abba! ¡Padre!’ Así que ya no eres esclavo, sino hijo; y, como eres hijo, Dios te ha hecho también heredero”. Finalmente, 2 Corintios 6:18 dice: “Yo seré un padre para ustedes, y ustedes serán mis hijos y mis hijas, dice el Señor Todopoderoso”. Al ser adoptado en la familia de Dios, ahora eres coheredero de Cristo. Romanos 8:17 dice que somos hijos de Dios: “Y, si somos hijos, somos herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo”. Naciste de nuevo en la familia de Dios cuando le pediste a Jesús que fuera tu Señor y Salvador.

Entonces, ¿qué significa ser hijo de Dios? ¿Qué significa ser un coheredero con Cristo? Significa que todo lo que es de Dios es tuyo. Él comparte contigo su reino. Tienes un padre que te da regalos asombrosos. Tienes un padre que ama absolutamente pasar tiempo contigo. El amor de tu papá celestial por ti no tiene límites. Su amor es omnipresente, poderoso y te lo da libremente. Ya no necesitas preocuparte por si tienes un lugar en este mundo. No hay necesidad de preocuparte por si tendrás ropa o comida. Ya no tienes que vivir buscando las opiniones de quienes te rodean. Dios te disfruta. Tiene un plan para ti. Él no se toma a la ligera el hecho de ser tu padre: se hace cargo de su responsabilidad en forma total. Te fortalecerá, te enseñará, te desarrollará y te dará una vida llena de pasión y significado. Ser hijo de Dios es ser amado, gustado y completamente cuidado.

Entonces, ¿cómo puedes vivir en respuesta a la palabra de Dios? ¿Cómo puedes dejar la mentalidad de huérfano? Debes tener fe en que Dios es quien dice ser y creer que hará lo que ha prometido. Romanos 10:17 dice que “la fe viene como resultado de oír el mensaje, y el mensaje que se oye es la palabra de Cristo”. Tú has escuchado la palabra del Señor hoy. Eres su hijo. Él te promete su provisión. ¡Así que ten fe! La fe no es algo que simplemente evocas. Es una respuesta a la fidelidad de Dios. Dios te ha sido y te será fiel. Deja que su palabra hoy despierte la fe dentro de ti. Vive en respuesta a sus promesas y permite que la paz y la alegría de ser un hijo de Dios hoy establezcan una base inquebrantable para ti.

Guía de Oración:

1. Medita en la verdad de la palabra de Dios. Tú eres su hijo. Deja que esto penetre profundamente en tu corazón.

 “Ustedes ya son hijos. Dios ha enviado a nuestros corazones el Espíritu de su Hijo, que clama: ‘¡Abba!¡Padre!’ Así que ya no eres esclavo, sino hijo; y, como eres hijo, Dios te ha hecho también heredero”. Gálatas 4:6-7

2. Ahora pídele al Espíritu que te muestre cualquier forma de pensar que tengas que no esté alineada con su palabra. ¿En qué parte de tu vida te sientes estresado? ¿Qué te hace sentir que no tienes lo que se necesita? ¿En qué aspectos te sientes no amado o no gustado?

3. Ahora pídele a Dios que hable a esos lugares. ¿Qué significa para ti ser su hijo? ¿Qué de tu vida debería ser diferente? Deshazte de esas formas de pensar y vuelve a alinear tu mente con la de Dios.

“Yo seré un padre para ustedes, y ustedes serán mis hijos y mis hijas, dice el Señor Todopoderoso”. 2 Corintios 6:18 

El amor de Dios para ti es seguro. No hay nada que puedas hacer para alejarte de su familia. Una vez que eres su hijo, eres suyo para siempre. Como cristiano, estás viviendo bajo la gracia de Dios, no bajo las obras. Dios te ama porque te ama, no por lo que piensas de ti mismo o por lo que haces. Por lo tanto, libera cualquier pensamiento que tengas de ti mismo que no se alinee con la palabra de Dios. Deja ir todas las cargas que llevas hoy a la luz de su amor y experimenta el poder transformador de una vida vivida en respuesta a la fidelidad de Dios.

Lectura Complementaria: Gálatas 4

Haga clic aquí para visitar la página de Primeros15