Tema de la Semana: Permaneciendo en la Vid Verdadera

La cosa más absolutamente importante que puede hacer un hijo de Dios en su vida, es separar un tiempo para encontrarse con nuestro Padre celestial en el lugar secreto. Permanecer en Dios es el fundamento sobre el cual todos los demás aspectos de la vida cristiana encuentran el éxito y establece raíces que nos permiten recibir todo lo que necesitamos para dar el fruto del Espíritu. Permanecer en Dios nos guía a un refrigerio y un avivamiento constantes, por lo que nos suministra y sostiene en la vida abundante que Dios quiere para nosotros. Mientras recorremos Juan 15:1-17 esta semana, es mi oración que puedas estar marcado por encuentros maravillosos que te satisfagan de manera completa en la presencia de Dios. Haz espacio en tu corazón y en tu mente para descansar en el amor de tu Padre celestial al observar las diferentes maneras en que debemos permanecer en la vid verdadera de Dios.

Permaneciendo en la amistad con Dios

Pasaje Bíblico: “Ustedes son mis amigos si hacen lo que yo les mando. Ya no los llamo siervos, porque el siervo no está al tanto de lo que hace su amo; los he llamado amigos, porque todo lo que a mi Padre le oí decir se lo he dado a conocer a ustedes”. Juan 15:14-15

Devocional:

¿Sabes que Dios te llama su amigo? Juan 15:14-15 dice: “Ustedes son mis amigos si hacen lo que yo les mando. Ya no los llamo siervos, porque el siervo no está al tanto de lo que hace su amo; los he llamado amigos, porque todo lo que a mi Padre le oí decir se lo he dado a conocer a ustedes”. Como creyente has ganado una amistad con un Dios que ejemplifica el amor perfecto e incondicional. Has adquirido una relación con tu Creador, cuyo mayor deseo es simplemente pasar tiempo contigo. Permite que el amor de tu Padre celestial penetre en ti por un minuto. Permite que el Espíritu te revele los motivos de Dios hoy a medida que vemos lo que significa para nosotros permanecer en la amistad de Dios.

Juan 15:13 dice: “Nadie tiene amor más grande que el dar la vida por sus amigos”. Jesús realizó el mayor acto de amor que este mundo haya conocido al entregar su vida, y lo hizo voluntariamente por su deseo de relación con nosotros. Dios deseaba tener una amistad contigo de tal manera, que envió a su único Hijo a morir para restaurar lo que el pecado había destruido.

Las preguntas que se te presentan hoy son: ¿estás experimentando los frutos de la amistad con Jesús? ¿Estás recibiendo la satisfacción que proviene de permanecer en relación con Dios? El deseo del Espíritu Santo hoy es guiarte a una mayor amistad con tu Creador, el que dio su propia vida por tu bien. Lo que te pide hoy es que dediques tiempo para invertir en tu amistad con él como lo harías con cualquier otra relación. Él te pide que valores la relación con él de tal manera que le dediques tiempo y energía. Así como el matrimonio no puede ser fructífero ni placentero sin la inversión de ambas partes, debemos invertir en nuestra amistad con Dios para recibir todo lo que la relación con él está diseñada para brindarnos.

Juan 15:14 deja claro que la verdadera amistad con Dios está en seguir sus mandamientos. Jesús ha revelado el camino a la vida abundante y nos ha llevado a ese camino al dar su propia vida para que podamos tener al Espíritu Santo trabajando dentro de nosotros. Ser amigo de Jesús es elegir entregar nuestras propias vidas en respuesta a su sacrificio amoroso. Caminar en amistad con Dios es elegir la humildad sobre el orgullo y seguir el camino que se nos presenta en Jesús. Ya no somos sirvientes que desconocemos los planes y la voluntad de nuestro amo, sino amigos que han escuchado, visto y experimentado la verdad.

¿Elegirás la amistad con Dios sobre el mundo de hoy? ¿Elegirás seguir la voluntad del Dios que dio su vida por la tuya? ¿Caminarás por el camino de la vida hoy, o elegirás seguir tu propio camino? La verdadera amistad con Dios está totalmente disponible para ti hoy si sigues los mandamientos de Jesús que dan vida y haces espacio y tiempo para invertir en tu relación con él. Nada te traerá mayor satisfacción que vivir de la abundancia de la amistad con Jesús. Apocalipsis 3:20 dice: “Mira que estoy a la puerta y llamo. Si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré, y cenaré con él, y él conmigo”. Abre hoy la puerta de tu corazón al Dios del amor y pasa tiempo en comunión con él.

Guía de Oración: 

1. Medita en tu condición de amigo de Dios. Permite que la Biblia cambie tu perspectiva sobre cómo Dios te ve y cómo debes ver a Dios.

“Ustedes son mis amigos si hacen lo que yo les mando. Ya no los llamo siervos, porque el siervo no está al tanto de lo que hace su amo; los he llamado amigos, porque todo lo que a mi Padre le oí decir se lo he dado a conocer a ustedes”. Juan 15:14-15

2. Reflexiona sobre tu propia vida. ¿En qué relaciones inviertes más que en tu relación con Dios? ¿A quién has hecho tu máxima prioridad? ¿De qué manera no estás siguiendo los mandamientos de Jesús?

“El que me ama, obedecerá mi palabra, y mi Padre lo amará, y haremos nuestra morada en él”. Juan 14:23

3. Arrepiéntete por cualquier manera en que hayas valorado otras relaciones más que tu relación con Dios. Confiesa cualquier manera en que no hayas estado siguiendo los mandamientos de Jesús y recibe el perdón de Dios. Dedica ahora tiempo a invertir en tu amistad. Abre la puerta de tu corazón y deja entrar a Dios. Habla con él, escúchalo, dile cómo te sientes. Pasa tiempo con él como lo harías con otro amigo. Nada podría ser más importante que experimentar la abundancia de amistad con Dios que está disponible para ti en Cristo.

“Mira que estoy a la puerta y llamo. Si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré, y cenaré con él, y él conmigo”. Apocalipsis 3:20

“Fiel es Dios, quien los ha llamado a tener comunión con su Hijo Jesucristo, nuestro Señor”. 1 Corintios 1:9

“Lo atraje con cuerdas de ternura, lo atraje con lazos de amor. Le quité de la cerviz el yugo, y con ternura me acerqué para alimentarlo”. Oseas 11:4

El único día que tenemos prometido es hoy. No esperes más para invertir en tu relación con Dios. No lo dejes a un lado mientras cuidas lo que parece ser más apremiante. Amar a Dios es siempre la primera prioridad. Pasar tiempo con él siempre es lo más importante. Elige ser un seguidor de Jesús que valora sus mandamientos sobre cualquier otro. Elige su camino sobre el tuyo o el del mundo. Camina hoy con el fruto de la amistad con Dios como tu fuente y guía. Si lo haces, experimentarás el favor y la gracia incluso en las tareas más mundanas que se te presentan. Experimentarás una base firme de amor sobre la que tienes la gracia de seguir a Dios de todo corazón y amar a los demás de manera pura y plena. Valora la amistad con Dios por encima de todo y experimenta la vida abundante que hay disponible para ti.

Lectura Complementaria: 1 Juan 1-2

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