Tema de la Semana: Transformación

Servimos a un Dios de poderosas transformaciones. A lo largo de toda la Biblia Dios toma a quienes el mundo considera los más bajos, los desesperados y los desamparados, y los usa para cambiar el mundo. Tú no estás excluido de estas transformaciones. Dios anhela romper aquello que te impide experimentar la plenitud de la vida. Él anhela sanarte, librarte y liberarte. Deseo que tu vida cambie para siempre a medida que pasamos tiempo descubriendo lo que Dios anhela transformar en ti.

Buscando la transformación

Pasaje Bíblico: “Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva la firmeza de mi espíritu”. Salmo 51:10

Devocional:    

Como seres humanos cargamos y sufrimos no solo por nuestros pecados sino también por la naturaleza caída del mundo que nos rodea, por eso tenemos una necesidad desesperada de transformación. Necesitamos desesperadamente la ayuda de un Dios que tiene el poder de limpiarnos no tan solo exteriormente, sino de transformarnos en el núcleo de lo que somos. Pero este Dios no nos obliga a transformarnos. Él trabaja cuando le damos espacio para que lo haga. Si vamos a experimentar la libertad, la alegría y el propósito que solo pueden venir de la obra interna del Espíritu Santo, debemos ser personas que buscan la transformación. 

El Salmo 51:10-12 dice: “Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva la firmeza de mi espíritu. No me alejes de tu presencia ni me quites tu santo Espíritu. Devuélveme la alegría de tu salvación; que un espíritu obediente me sostenga”. Aquí, en el Salmo 51, David nos da un ejemplo del corazón de alguien que busca la transformación. Él es un modelo de esa postura de humildad que nos llevará a encuentros poderosos con el amor transformador de Dios. Él no se sentó simplemente a vivir con lo que le atormentaba, sino que acudió a Dios con sus problemas para poder ser cambiado.

David comienza como todos deberíamos hacerlo, pidiéndole a Dios que haga una obra poderosa en su corazón. Y en este acto de pedirle a Dios que cree en él un corazón limpio, David se abre para recibir la poderosa obra del Espíritu Santo. Para recibir la transformación de Dios, tenemos que presentarnos ante él con humildad y honestidad para que él tenga espacio para hacer lo imposible en nuestras vidas.

A menudo gastamos la mayoría de nuestros esfuerzos tratando de convencer a los demás y a nosotros mismos de que no necesitamos ayuda. Trabajamos incansablemente para construir una fachada que muestre que lo tenemos todo controlado. Hacemos todo lo posible para mantener un sentido de control en nuestras vidas, incluso con respecto a nuestra espiritualidad. Pero al hacerlo colocamos las apariencias por encima de la realidad. Permitimos que lo que nos está destruyendo desde dentro persista simplemente porque no estamos dispuestos a reconocer que tenemos necesidad. Es como si intentáramos cubrir una herida externa con joyas, esperando que la belleza a nivel superficial tenga el poder de curar lo que está debajo. No necesitamos nada para cubrir nuestras heridas, necesitamos la curación que viene como resultado de acudir con un corazón honesto y abierto al único verdadero sanador.

La intención de Dios para ti y para mí hoy es que bajemos la guardia, echemos un vistazo honesto a nuestros corazones y reconozcamos nuestra necesidad de transformación. Él anhela que nos tomemos un momento y expresemos lo que nos está robando la vida abundante que consiguió voluntariamente en la cruz para nosotros. Tu Dios está dispuesto a transformarte y es capaz de hacerlo. Lo que te ha atormentado durante tanto tiempo será sanado y destruido en tu vida si buscas continuamente la transformación de tu amoroso Padre celestial. Que experimentes una transformación poderosa hoy al entrar en un tiempo de oración guiada.

Guía de Oración: 

1. Medita sobre la importancia de buscar la transformación. Permite que el Salmo 51: 10-12 sea tu modelo.

“Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva la firmeza de mi espíritu. No me alejes de tu presencia ni me quites tu santo Espíritu. Devuélveme la alegría de tu salvación; que un espíritu obediente me sostenga”. Salmo 51:10-12

2. Echa un vistazo honesto a tu corazón. ¿En qué necesitas transformación? ¿Qué mentira, pecado habitual, punto de vista o temor te está robando la vida abundante? ¿Qué te está encadenando a las maneras, intereses y cargas del mundo?

3. Declara tu necesidad de transformación en esa área para Dios. Dile que necesitas su ayuda. Pídele que venga y haga un gran trabajo en tu corazón. Escucha lo que sea que él tenga para decirte y confía en que te transformará si continuamente buscas su ayuda.

“Si confesamos nuestros pecados, Dios, que es fiel y justo, nos los perdonará y nos limpiará de toda maldad”. 1 Juan 1:9

Todos tenemos áreas en las que necesitamos transformación. Todos necesitamos la ayuda de Dios. Ninguno de nosotros es perfecto. En lugar de gastar toda tu energía tratando de mantener las apariencias con los demás, contigo mismo y con Dios, dedícate por completo a vivir con honestidad y humildad. Deja de agotarte haciendo lo que no tiene valor y busca ayuda. Si te comprometes a buscar una transformación continua, tus esfuerzos producirán vida y paz en lugar de una carga mayor. Que tu corazón se llene de esperanza mientras el Espíritu Santo obra en tu vida hoy.

Lectura Complementaria: Salmo 51

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