Tema de la Semana: Fin de Año

A medida que este año llega a su fin, es vital que nos tomemos un tiempo para reflexionar sobre lo que Dios ha hecho y permitirle que nos prepare para lo que está por venir. Un nuevo año marca una nueva oportunidad para centrar nuestras vidas en torno a la bondad de Dios. Oro para que, al comenzar a mirar hacia lo que vendrá, hagas espacio para obtener la perspectiva de Dios, bases tus esperanzas y metas en su gracia y celebres todo lo que Dios ha hecho y está haciendo. Que tu tiempo con Dios esta semana se llene con la presencia amorosa de tu Padre celestial.

Todo lo puedes

Pasaje Bíblico: “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece”. Filipenses 4:13

Devocional:

“Todo lo puedo en Cristo que me fortalece”. (Filipenses 4:13). ¿Sabes que tu Dios anhela fortalecerte? Este versículo ilustra un poderoso principio espiritual que nuestro Padre celestial anhela que conozcas hoy. No fuiste hecho para pasar por esta vida solo, viviendo con tu propia fuerza. El Dios que formó las montañas, llenó los mares, sopló la vida en polvo y sostiene a todas las criaturas vivientes, anhela fortalecerte para lo que se avecina.

Efesios 3:20-21 dice: “Al que puede hacer muchísimo más que todo lo que podamos imaginarnos o pedir, por el poder que obra eficazmente en nosotros, ¡a él sea la gloria en la iglesia y en Cristo Jesús por todas las generaciones, por los siglos de los siglos! Amén”. Dios puede hacer muchísimo más” de lo que tú podrías soñar en tu vida por el poder que obra eficazmente en [ti]”. El Espíritu Santo, el poder de Dios para toda la tierra, mora dentro de ti. Así como él les dio poder a los Apóstoles para el avance del evangelio a través de pruebas y tribulaciones, él te empoderará a ti. Así como él les habló a los apóstoles, diciéndoles dónde debían ir y qué debían hacer, de la misma manera él anhela guiarte.

Puedes hacer todo lo que Dios te ha llamado a hacer. Ya sea tener victoria sobre el pecado, comprometerte en una confesión difícil, trabajar bíblicamente en lugar de hacerlo según el mundo, buscar la unidad y el compañerismo con los que te molestan, o simplemente buscar a Dios con todo tu corazón, el Espíritu Santo te fortalecerá hoy si estás dispuesto a recibir.

Ser fortalecido por Dios comienza declarando nuestra incapacidad. Dios dice: “Te basta con mi gracia, pues mi poder se perfecciona en la debilidad”. (2 Corintios 12:9). Cuando intentamos y vivimos en nuestra propia fuerza, nos volvemos incapaces de recibir la gracia de Dios. La gracia de Dios nunca se nos impone, sino que está disponible para todos aquellos que reconocen su necesidad. Dios no puede empoderarte para que experimentes la unidad con un creyente si intentas entablar una relación lejos del trabajo interno del Espíritu Santo. Él no puede darte poder para experimentar la victoria del pecado si no te tomas el tiempo para recibir su amor y seguir su dirección momento a momento.

Ser fortalecido por la mano poderosa de Dios es dejar de vivir con tu propia fuerza y, en cambio, confiar completamente en la suya. Dios anhela hacer muchísimo más que todo lo que podamos imaginarnos o pedir” si nos apoyamos en él por su amor, poder y guía. Él tiene planes muy por encima de cualquier cosa con la que puedas soñar, y el camino hacia esos planes comienza con seguirlo momento a momento, hoy. Él te guiará fielmente a toda la vida abundante que tiene para ti, pero debes estar dispuesto a seguirlo y vivir por su fuerza.

Tómate un tiempo en la oración guiada para meditar en la fortaleza de Dios disponible para ti, reconoce que necesitas su ayuda y recibe su gracia.

Guía de Oración: 

1. Medita en el deseo de Dios de empoderarte para hacer todo lo que él ha planeado para ti.

“Todo lo puedo en Cristo que me fortalece”. Filipenses 4:13

“He sido crucificado con Cristo, y ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mí. Lo que ahora vivo en el cuerpo, lo vivo por la fe en el Hijo de Dios, quien me amó y dio su vida por mí”. Gálatas 2:20

“Sé lo que es vivir en la pobreza, y lo que es vivir en la abundancia. He aprendido a vivir en todas y cada una de las circunstancias, tanto a quedar saciado como a pasar hambre, a tener de sobra como a sufrir escasez. Todo lo puedo en Cristo que me fortalece”. Filipenses 4:12-13

2. Reconoce tu necesidad de la ayuda de Dios en cada área. Dile que necesitas su ayuda para la victoria sobre el pecado, para tus relaciones y para las tareas que se te presentan.

Así el pecado no tendrá dominio sobre ustedes, porque ya no están bajo la ley, sino bajo la gracia”. Romanos 6:14

“Por eso yo, que estoy preso por la causa del Señor, les ruego que vivan de una manera digna del llamamiento que han recibido, siempre humildes y amables, pacientes, tolerantes unos con otros en amor. Esfuércense por mantener la unidad del Espíritu mediante el vínculo de la paz”. Efesios 4:1-3

“Al que puede hacer muchísimo más que todo lo que podamos imaginarnos o pedir, por el poder que obra eficazmente en nosotros, ¡a él sea la gloria en la iglesia y en Cristo Jesús por todas las generaciones, por los siglos de los siglos! Amén”. Efesios 3:20-21

3. Tómate un tiempo para recibir la presencia de Dios y experimentar su gracia. Pídele que te llene con un deseo de santidad. Pídele que te llene de amor por los demás. Pídele que te revele su camino hoy para que puedas seguir su ejemplo momento a momento.

“Como hijos obedientes, no se amolden a los malos deseos que tenían antes, cuando vivían en la ignorancia. Más bien, sean ustedes santos en todo lo que hagan, como también es santo quien los llamó; pues está escrito: ‘Sean santos, porque yo soy santo’”. 1 Pedro 1:14-15
“Este mandamiento nuevo les doy: que se amen los unos a los otros. Así como yo los he amado, también ustedes deben amarse los unos a los otros”.  Juan 13:34

“¿A dónde podría alejarme de tu Espíritu? ¿A dónde podría huir de tu presencia? Si subiera al cielo, allí estás tú; si tendiera mi lecho en el fondo del abismo, también estás allí. Si me elevara sobre las alas del alba, o me estableciera en los extremos del mar, aun allí tu mano me guiaría, ¡me sostendría tu mano derecha!”. Salmo 139:7-10

En el contexto de nuestro versículo para hoy, Pablo describe un importante principio espiritual en Filipenses 4:11-13:

“No digo esto porque esté necesitado, pues he aprendido a estar satisfecho en cualquier situación en que me encuentre. Sé lo que es vivir en la pobreza, y lo que es vivir en la abundancia. He aprendido a vivir en todas y cada una de las circunstancias, tanto a quedar saciado como a pasar hambre, a tener de sobra como a sufrir escasez. Todo lo puedo en Cristo que me fortalece”.

Confía en Dios este año en cualquier situación a la que él te guíe. Ya sea que tengas mucho o poco, con dificultades o en momentos buenos, puedes encontrar tu satisfacción en el don de la relación abundante con tu Padre celestial. Todo lo que es bueno viene solo de sus manos. Que seas fortalecido para encontrar gozo, paz y satisfacción en la presencia de tu amoroso Padre.

Lectura Complementaria: Filipenses 4

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