Tema de la Semana: Las Promesas de Dios

Solo hay una constante en este mundo siempre cambiante y es el carácter de nuestro Padre celestial. La misma tierra está sufriendo cambios constantemente. Lo que ahora parece lo más inamovible, algún día, será eliminado. Pero Dios es inmutable. Dios es inquebrantable. Es completamente fiel y está comprometido cumplir las promesas que te ha hecho. Al observar esta semana las promesas de Dios, que puedas afirmarte en su amor inmutable. Que el carácter de Dios se convierta en tu fuente y refugio, tu base constante e inquebrantable. 


Dios promete sus planes

Pasaje Bíblico: “‘Porque yo sé muy bien los planes que tengo para ustedes’ —afirma el Señor—, ‘planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza’”. Jeremías 29:11

Devocional:    

Hoy, 29 de febrero, es un día especial. Es un día que solo ocurre cada cuatro años. Es una rareza en nuestro calendario que viene rápidamente y se olvida rápidamente. Pero en este 29 de febrero, tomemos un momento para detenernos y preguntar al Señor. Indaguemos en lo que su corazón podría depararnos en este día extraño y especial. Recibamos una revelación directamente de él que tenga el poder de impactar no solo hoy, sino también durante los próximos cuatro años.

¿Dónde te ves dentro de cuatro años? ¿Qué crees que estarás haciendo? ¿Cómo te imaginas tu vida? ¿Qué te emociona? ¿Qué te asusta? Tómate un momento para imaginarte dentro de cuatro años y haz un balance de tus emociones.

En Jeremías 29:11, Dios nos hace una promesa asombrosa. La Biblia dice: “‘Porque yo sé muy bien los planes que tengo para ustedes’ —afirma el Señor—, ‘planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza’”.

La voluntad de Dios para ti hoy te lleva a sus planes perfectos para mañana. Y tu voluntad de seguirlo ahora mismo en este momento, tiene el poder de impactar la trayectoria de toda tu vida. La vida es una serie de pasos, cada uno tan importante como el anterior. Y el Espíritu Santo es tu guía perfecto, capaz y dispuesto a guiarte hacia la plenitud del corazón de Dios para ti.

Cualquiera sea la situación dondequiera que te encuentres, debes confiar en que tu Padre celestial tiene solo cosas buenas para ti. Debes permitir que su bondad sea la lente a través de la cual veas toda tu vida. Debes permitir que su promesa de darte “planes de bienestar y no de calamidad” resuene en tus oídos sin importar lo que diga el mundo. La verdad viene de una sola fuente, y esa es tu Padre celestial.

Cualesquiera que sean los próximos cuatro años, puedes confiar en que tu Padre celestial estará cerca de ti. De hecho, él está allí ahora mismo. Su amor y gracia no conocen límites. Sus maravillosos planes no serán sacudidos por el estado del mundo. No está sorprendido por tus circunstancias.

Tómate un momento para imaginar nuevamente los próximos cuatro años, pero esta vez a través del filtro de la bondad de Dios. ¿Qué podría el Señor lograr en ti y por medio de ti si te dedicaras completamente a él? ¿Cómo sería tu vida si en los próximos cuatro años te centraras en la comunión con él?

Tómate un tiempo con la guía de oración para correr hacia tu Padre celestial con tu pasado, presente y futuro. Y recibe las maravillas de su gracia para que puedas descansar en su abundante bondad tanto hoy como en los próximos cuatro años.

Guía de Oración:

1. Medita en Jeremías 29:11. Permite que la verdad de la promesa de Dios se convierta en una lente mediante la cual veas tu vida y el mundo que te rodea.

“‘Porque yo sé muy bien los planes que tengo para ustedes’ —afirma el Señor—, ‘planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza’”. Jeremías 29:11

2. ¿Dónde necesitas esperanza hoy? ¿En qué circunstancias o temor necesitas una revelación de los planes de Dios "para prosperarte y no para hacerte daño?"

“Así que no temas, porque yo estoy contigo; no te angusties, porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré y te ayudaré; te sostendré con mi diestra victoriosa”. Isaías 41:10

3. Tómate un tiempo para ver tu vida a través de la lente de las promesas de Dios. Permite que su esperanza y bondad actúen en tus circunstancias. Pídele a Dios que hable a tu vida mostrándote  tu identidad mientras te tomas un tiempo para descansar en su amor.

 “En el amor no hay temor, sino que el amor perfecto echa fuera el temor”.1 Juan 4:18

Romanos 8:37-39 dice: Sin embargo, en todo esto somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. Pues estoy convencido de que ni la muerte ni la vida, ni los ángeles ni los demonios, ni lo presente ni lo por venir, ni los poderes, ni lo alto ni lo profundo, ni cosa alguna en toda la creación podrá apartarnos del amor que Dios nos ha manifestado en Cristo Jesús nuestro Señor”. Independientemente de los años que tengas por delante, tienes que saber que Dios dice que eres más que un conquistador. Compartes el destino divino de la comunión con él. Nadie ni nada puede robarte tu herencia en Jesús. Que tu rostro se ponga como un pedernal, y que te encuentres con las promesas de Dios presentadas ante ti.

Lectura Complementaria1 Juan 4

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