Tema de la Semana: El Carácter de Dios

Para vivir la vida cristiana es vital que nosotros, como hijos e hijas del Dios altísimo, permitamos que nuestros sentimientos sean avivados por la naturaleza amorosa y poderosa de nuestro Padre celestial. Muy a menudo sentimos que Dios está distante o separado de nosotros. Con demasiada frecuencia, permitimos que los conceptos erróneos o las mentiras coloquen una brecha entre nosotros y nuestra experiencia con Dios. Solo cuando nos recordamos a nosotros mismos el carácter de Dios, esas mentiras se rompen y se nos abre un camino para que encontremos su amor tangible. Esta semana abre tu corazón y tu mente y recibe una nueva revelación de la bondad de Dios. Permite que tus sentimientos se aviven y que tu corazón se llene con el deseo de buscar el rostro de tu Padre celestial.

Dios desea ser encontrado

Pasaje Bíblico: “Me buscarán y me encontrarán cuando me busquen de todo corazón”. Jeremías 29:13

Devocional: 

Hay una idea errónea en el cristianismo de que no podemos encontrarnos tangiblemente con nuestro Padre celestial. A menudo se nos enseña que estamos demasiado quebrantados, sucios o pecaminosos para experimentarlo. Se nos dice que experimentar a Dios es solo para algunas personas, o solo para algunas naciones y culturas. O tal vez por la falta de experiencia con Dios en el pasado, creemos que estamos hechos sin algo que nos permita encontrarnos con él. Tal vez creemos que encontrar a Dios es para otras personas pero no para nosotros. Nada más lejos de la verdad.

Encontramos a Dios porque él desea ser encontrado, no porque tengamos alguna habilidad especial. Encontramos a Dios porque él desea que lo conozcamos, no porque seamos más santos que otras personas. Como verás, encontrar a Dios se basa enteramente en su gracia y amor por nosotros.

En Jeremías 29:13, Dios nos promete: “Me buscarán y me encontrarán cuando me busquen de todo corazón”. Todo lo que se requiere de nosotros para experimentar a Dios es tiempo y ganas de buscarlo. Deja que esa verdad se asiente en tu corazón por un momento. Permite que tus creencias acerca de encontrarte con Dios sean renovadas por su palabra. Sin duda puedes experimentar al Dios vivo, activo y supremo en este momento porque él desea que lo hagas. Él anhela que tú lo experimentes. Su mayor deseo es que sus hijos caminen en la plenitud de la relación que está disponible para ellos. Dios se emociona con la idea de revelarse tangiblemente a ti. Se llena de gozo por la idea de que experimentes todo el amor que él tiene en su corazón por ti.

Romanos 8: 38-39 dice: Pues estoy convencido de que ni la muerte ni la vida, ni los ángeles ni los demonios, ni lo presente ni lo por venir, ni los poderes, ni lo alto ni lo profundo, ni cosa alguna en toda la creación podrá apartarnos del amor que Dios nos ha manifestado en Cristo Jesús nuestro Señor”. Jesús hizo lo que nadie más pudo hacer: él trazó un camino para que experimentemos tangiblemente a nuestro Padre celestial. Nada puede separarnos de su amor porque Jesús nos ha restaurado completamente en el redil de Dios. El velo del lugar santísimo se rasgó en dos. La presencia manifiesta de Dios fue liberada por el sacrificio de Jesús para que todos los hijos de Dios la experimentaran.

¿Qué sientes que se interpone en el camino para que experimentes hoy a tu Padre celestial? ¿Qué experiencias pasadas o pensamientos presentes te impiden buscar a Dios con todo su corazón? Que Hebreos 10:19-22 te guíe a un encuentro poderoso con tu amoroso Padre celestial que desea que lo experimentes hoy:

 “Así que, hermanos, mediante la sangre de Jesús, tenemos plena libertad para entrar en el Lugar Santísimo, por el camino nuevo y vivo que él nos ha abierto a través de la cortina, es decir, a través de su cuerpo; y tenemos además un gran sacerdote al frente de la familia de Dios. Acerquémonos, pues, a Dios con corazón sincero y con la plena seguridad que da la fe, interiormente purificados de una conciencia culpable y exteriormente lavados con agua pura”. 

Guía de Oración: 

1. Medita en el deseo de Dios de que te encuentres con él.

“Me buscarán y me encontrarán cuando me busquen de todo corazón”. Jeremías 29:13

“De un solo hombre hizo todas las naciones para que habitaran toda la tierra; y determinó los períodos de su historia y las fronteras de sus territorios. Esto lo hizo Dios para que todos lo busquen y, aunque sea a tientas, lo encuentren. En verdad, él no está lejos de ninguno de nosotros”. Hechos 17:26-27

2. Reflexiona sobre tu propia vida. ¿Qué crees que se interpone entre ti y el experimentar a tu Padre celestial? ¿Qué pecado crees que te ha separado de él? ¿Qué creencia te ha impedido buscar a Dios? ¿Qué mentira has creído?

3. Permite que la Biblia estimule tu confianza para buscar el rostro de Dios. Cree más en la Biblia que en tus experiencias o creencias pasadas. ¡Dios quiere que lo busques!

“Así que, hermanos, mediante la sangre de Jesús, tenemos plena libertad para entrar en el Lugar Santísimo, por el camino nuevo y vivo que él nos ha abierto a través de la cortina, es decir, a través de su cuerpo; y tenemos además un gran sacerdote al frente de la familia de Dios. Acerquémonos, pues, a Dios con corazón sincero y con la plena seguridad que da la fe, interiormente purificados de una conciencia culpable y exteriormente lavados con agua pura”. Hebreos 10:19-22

“Pues estoy convencido de que ni la muerte ni la vida, ni los ángeles ni los demonios, ni lo presente ni lo por venir, ni los poderes, ni lo alto ni lo profundo, ni cosa alguna en toda la creación podrá apartarnos del amor que Dios nos ha manifestado en Cristo Jesús nuestro Señor”. Romanos 8:38-39

El mayor deseo del enemigo para aquellos de nosotros que ya somos salvos, es evitar que caminemos en la plenitud de lo que Dios pretende para sus hijos. Satanás no puede impedirnos la vida eterna con Dios, pero puede evitar que experimentemos la vida abundante disponible para nosotros aquí. Él sabe que el mayor deseo de Dios es tener una relación con nosotros, por lo que no se detendrá ante nada para evitar que Dios tenga sus deseos satisfechos. Que tu vida esté marcada por la plenitud de lo que está disponible para ti en Cristo. Que seas un hijo de Dios que experimente de manera consistente y plena el amor de tu Padre celestial.

Lectura Complementaria: Hechos 17:22-34

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