Tema de la Semana: Un Fundamento de Amor

1 Corintios 13:13 dice: “Ahora, pues, permanecen estas tres virtudes: la fe, la esperanza y el amor. Pero la más excelente de ellas es el amor”. El aspecto más importante de la vida cristiana es el amor. El amor debe estar en la base de todo lo que hacemos, todo lo que somos y todo a lo que nos aferramos. Si nos enfocamos en el amor y permitimos que el Espíritu Santo quite todo lo demás, lo que quedará será una vida de bendita sencillez enraizada en la relación cara a cara con nuestro Padre celestial. Al considerar esta semana la sencillez del amor, oro para que todas las cosas pesadas y frívolas del mundo que te roban la vida abundante se desvanezcan a la luz de la bondad gloriosa del amor incondicional de Dios que está totalmente disponible para ti.

Su amor nos ha hecho libres

Pasaje Bíblico: “Por lo tanto, ya no hay ninguna condenación para los que están unidos a Cristo Jesús, pues por medio de él la ley del Espíritu de vida me ha liberado de la ley del pecado y de la muerte. En efecto, la ley no pudo liberarnos porque la naturaleza pecaminosa anuló su poder; por eso Dios envió a su propio Hijo en condición semejante a nuestra condición de pecadores, para que se ofreciera en sacrificio por el pecado”. Romanos 8:1-3

Devocional:

¿Cómo es ser totalmente libre en Cristo Jesús? ¿Cómo es vivir en el mundo, pero estar libre de las restricciones, demandas, cargas y tensiones de vivir para el mundo? La Biblia nos proclama una vida más abundante, con propósito y libre de lo que ahora estoy experimentando. El Espíritu Santo me invita discreta pero claramente a elegirlo a lo largo de todo mi día para que sepa lo que es vivir en constante comunión con él. Dios claramente tiene un plan para nosotros mucho más grande que cualquier otra cosa que hayamos experimentado y desea que hoy sea un día marcado por esa libertad de vida que solo se logra a través de un encuentro transformador con su presencia, verdad y amor.

El amor de Dios nos ha liberado de todo lo que nos enreda en este mundo. Su amor nos libera emocionalmente, espiritualmente y prácticamente. Su amor rompió las cadenas del pecado y la depravación cuando Jesús dio su último aliento en la cruz. Su amor irrumpió en la tierra cuando rasgó el velo de arriba a abajo, lo que significa que su presencia está disponible para todos. Su amor se abrió paso en cada una de nuestras vidas cuando dijimos que sí para coronarlo Rey y aceptamos su regalo gratuito de una relación eterna con él. Y su amor irrumpe todas las mañanas, tan cierto como que sale el sol, declarándonos que podemos tener un día lleno de su cercanía y amor.

La Biblia dice en Romanos 7:4: “Así mismo, hermanos míos, ustedes murieron a la ley mediante el cuerpo crucificado de Cristo, a fin de pertenecer al que fue levantado de entre los muertos. De este modo daremos fruto para Dios”. Y en Gálatas 5:22-23 la Biblia dice: “En cambio, el fruto del Espíritu es amor, alegría, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad, humildad y dominio propio. No hay ley que condene estas cosas”. Dios anhela que nuestras vidas estén marcadas por la presencia del Espíritu Santo. Desea que llevemos su fruto para que podamos disfrutar de todo lo que nos brinda la relación restaurada con él.

Romanos 8:1-3 dice: “Por lo tanto, ya no hay ninguna condenación para los que están unidos a Cristo Jesús, pues por medio de él la ley del Espíritu de vida me ha liberado de la ley del pecado y de la muerte. En efecto, la ley no pudo liberarnos porque la naturaleza pecaminosa anuló su poder; por eso Dios envió a su propio Hijo en condición semejante a nuestra condición de pecadores, para que se ofreciera en sacrificio por el pecado”. El amor de Dios nos ha liberado de “la ley del pecado y de la muerte” para que podamos vivir por la ley del “Espíritu de vida”. Su amor ha abierto un camino para que seamos completamente conocidos y completamente amados. Pero la elección hoy sigue siendo nuestra. ¿Nos someteremos a esta nueva ley marcada por el fruto de su presencia, o elegiremos volver a someternos a la ley de este mundo como si la muerte de Cristo no sirviera para nada? Elige la vida abundante hoy abriendo tu corazón y experimentando la cercanía del Espíritu Santo.

Guía de Oración:

1. Medita en la libertad de vida que tienes disponible para ti a través de Cristo. Permite que la Biblia hoy estimule tu fe y tu deseo de vivir de manera diferente.

“Eso es actuar como personas libres que no se valen de su libertad para disimular la maldad, sino que viven como siervos de Dios”. 1 Pedro 2:16

“Cristo nos libertó para que vivamos en libertad. Por lo tanto, manténganse firmes y no se sometan nuevamente al yugo de esclavitud”. Gálatas 5:1

2. ¿En qué aspectos has estado eligiendo la ley del mundo por sobre la ley de la libertad? ¿En qué áreas has estado viviendo para las cosas del mundo en lugar de elegir la vida en el Espíritu de Dios?

“Por lo tanto, ya no hay ninguna condenación para los que están unidos a Cristo Jesús, pues por medio de él la ley del Espíritu de vida me ha liberado de la ley del pecado y de la muerte. En efecto, la ley no pudo liberarnos porque la naturaleza pecaminosa anuló su poder; por eso Dios envió a su propio Hijo en condición semejante a nuestra condición de pecadores, para que se ofreciera en sacrificio por el pecado”. Romanos 8:1-3

3. Pídele al Espíritu Santo que te ayude a someterte por completo a "la ley del Espíritu de vida". Pídele que te revele su cercanía para que hoy puedas conocer su amor. Tómate un tiempo para descansar en su presencia y dar el fruto de estar en comunión con él.

“Ahora bien, el Señor es el Espíritu; y, donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad”. 2 Corintios 3:17

“En cambio, el fruto del Espíritu es amor, alegría, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad, humildad y dominio propio. No hay ley que condene estas cosas”. Gálatas 5:22-23

¿Cómo sería vivir libre de la condena, como nos dice Romanos 8:1? ¿Cómo sería vivir libre de la carga de la opinión de los hombres, disfrutando simplemente de lo que Dios siente por nosotros? Que el Señor te ayude hoy a experimentar la vida que viene solo al elegir la libertad. Que te guíe a un estilo de vida de encuentros continuos con su amor. Que tus días estén marcados por el fruto de conocerlo personalmente y que puedas mostrar al mundo lo maravilloso que es conocer y experimentar una relación restaurada con el Señor.

Lectura Complementaria: Gálatas 5

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