Tema de la Semana: Dios Anhela Ser Encontrado

Una de las verdades más escandalosas del evangelio es que nuestro Creador anhela ser encontrado por su creación. Dios desea reunirse con nosotros, su mayor deseo es relacionarse con nosotros. No puedo entender por qué Dios en toda su santidad y bondad está disponible, pero es la poderosa verdad de la Biblia. Dios nos busca a cada uno con su amor implacable, buscando a aquellos que puedan responder a su invitación abriéndole la puerta de sus corazones. Mi oración es que, en respuesta al deseo de Dios de reunirse con su pueblo, seamos de los que dicen “sí” a centrar sus vidas en torno a su presencia cercana. Que tu semana esté marcada por la realidad de la presencia y el amor de Dios.

Dios anhela que conozcamos su voz

Pasaje Bíblico:“Clama a mí y te responderé, y te daré a conocer cosas grandes y ocultas que tú no sabes”. Jeremías 33:3

Devocional:

He pasado gran parte de mi vida como creyente pensando que Dios estaba en silencio, o al menos que solo hablaba a través de la Biblia, de otras personas y de diferentes situaciones. Si bien Dios definitivamente habla de esas maneras, también anhela hablar directamente con sus hijos. La Biblia está llenas de historias del pueblo de Dios escuchando su voz y respondiendo en obediencia a ella. Desde el Antiguo Testamento hasta el Nuevo Testamento, Dios claramente habla a su pueblo. La pregunta que tenemos ante nosotros hoy es: ¿haremos un espacio para escucharlo?

Juan 8:47 dice: “El que es de Dios escucha lo que Dios dice”. Y Juan 10:27 dice: “Mis ovejas oyen mi voz; yo las conozco y ellas me siguen”. Servimos a un Dios que desea que conozcamos su voz. Dios no está en silencio, él no está callado. Nuestro Padre celestial anhela guiarnos, contarnos lo que está en su corazón y vivir la vida con nosotros. Él está deseando tener una relación contigo en la cual la conversación sea continua.

Escuchar la voz de Dios no es solo para unos pocos elegidos. No es solo para la élite cristiana o para aquellos que pasan todo el día, todos los días meditando y orando. Nosotros, como creyentes, escuchamos la voz de Dios ante todo porque él quiere hablarnos. Podemos escuchar la voz de Dios solo por gracia.

Entonces, ¿cómo suena la voz de Dios? A través del Espíritu Santo, Dios puede hablar de manera más clara y profunda que una conversación entre tú y yo. 1 Corintios 3:16 dice: “¿No saben que ustedes son templo de Dios y que el Espíritu de Dios habita en ustedes?”. El Espíritu Santo está con nosotros en este momento, y como mora en nosotros, tiene la capacidad de hablar a nuestro corazón. Él puede hablar con palabras o dar una intuición o un conocimiento sobre algo. Él puede llenarnos de paz con una decisión y darnos una sensación de inquietud cuando estamos haciendo algo que no es su voluntad. Dios puede hablarnos de manera más íntima y clara que cualquier otra cosa porque no hay nada en el camino ente nosotros y él.

Sin embargo, Dios nunca nos forzará a oír su voz. Él no es un Dios que grita en el caos e intenta ahogar todas las otras voces. Él es un Dios de paz y paciencia que espera que le abramos nuestro corazón y lo escuchemos. Tómate hoy un tiempo para abrir tu corazón y reconocer la voz de tu Padre. Haz espacio en todo el ajetreo simplemente para escuchar lo que él pueda decirte. Hazle cualquier pregunta que tengas sobre él y confía en que dirá lo que sea que quiera decirte.

Que tu día esté lleno de una conversación continua con tu amoroso y presente Padre celestial.

Guía de Oración:

1. Medita en la disponibilidad de oír hablar a Dios. Reflexiona sobre todas las formas en que habla y permite que la Biblia llene tu corazón de fe para conversar con tu Padre celestial.

“Ya sea que te desvíes a la derecha o a la izquierda, tus oídos percibirán a tus espaldas una voz que te dirá: ‘Este es el camino; síguelo’”. Isaías 30:21

“Pero, cuando venga el Espíritu de la verdad, él los guiará a toda la verdad, porque no hablará por su propia cuenta, sino que dirá solo lo que oiga y les anunciará las cosas por venir”. Juan 16:13.

“Mis ovejas oyen mi voz; yo las conozco y ellas me siguen”. Juan 10:27

2. Tómate un tiempo para calmar tu alma y recibir la presencia de Dios. Pídele que te revele cuán cerca está de ti. Ten fe en que el Espíritu Santo está contigo en este momento.

“¿No saben que ustedes son templo de Dios y que el Espíritu de Dios habita en ustedes?”.1 Corintios 3:16

3. Pídele a Dios que te cuente lo que él siente por ti en este momento. Pídele que te diga cualquier cosa que quiera que sepas. Ten paciencia y presta atención a cualquier cambio en tus sentimientos o cualquier cosa que escuches en tu espíritu.

“Clama a mí y te responderé, y te daré a conocer cosas grandes y ocultas que tú no sabes”. Jeremías 33:3

“Por la mañana, Señor, escuchas mi clamor; por la mañana te presento mis ruegos, y quedo a la espera de tu respuesta”. Salmo 5:3

“Dichosos más bien —contestó Jesús— los que oyen la palabra de Dios y la obedecen”. Lucas 11:28

Aunque escuchar la voz de Dios puede sonar un poco raro, es completamente bíblico. Nuestro Dios está vivo y activo. Él no está lejos, y anhela que lo conozcamos verdaderamente. Permite que la Biblia defina tu realidad en lugar de las experiencias pasadas o percepciones mundanas. Lo espiritual es totalmente real. La presencia de Dios es real. El hecho de que él habita en nosotros y que nos habla, guía, revela, sana y salva es la realidad en la que todos vivimos, ya sea que lo reconozcamos o no. Abre tu corazón a Dios hoy y permite que te guíe a un estilo de vida de mayor comunión con él. Vive hoy en una relación plena con el Espíritu Santo. Que puedas escuchar la amorosa y cercana voz del Espíritu a lo largo de tu día, al abrir tu corazón hacia él.

Lectura Complementaria: Juan 10

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