Tema de la Semana: Dios Busca Tu Corazón

Muy a menudo vemos a Dios como el encargado de hacer cumplir las reglas religiosas; vemos también a los mandamientos de la Biblia como una lista de tareas pendientes en lugar considerarlos como un camino que conduce a una vida abundante. Pero esas percepciones no son la verdad de la Biblia. Esas creencias se basan en nociones erróneas del carácter de Dios. Dios busca el corazón. Más que querer que hagamos las cosas correctamente, lo que Dios desea es que lo veamos a él de la manera correcta. Él quiere que el hecho de ir a la iglesia, leer la Biblia, adorar, servir a los pobres y vivir rectamente provenga de un corazón lleno de una verdadera revelación de su amorosa bondad. Que tu corazón sea totalmente de Dios esta semana.

Identidad del corazón

 Pasaje Bíblico: 

“Te he llamado por tu nombre; tú eres mío”. Isaías 43:1

Devocional: 

Muchos de nosotros pasamos toda nuestra vida tratando de responder una simple pregunta: “¿Quién soy?”. Buscamos nuestras fortalezas y debilidades para definirnos, miramos a otras personas para determinar quiénes somos, permitimos que las circunstancias y las puertas abiertas o cerradas nos digan quién se supone que debemos ser. Miramos a todos lados, excepto al que realmente sabe la respuesta verdadera.

Pero Dios te dice a ti y a mí: “No temas, que yo te he redimido; te he llamado por tu nombre; tú eres mío”. (Isaías 43:1). 1 Juan 3:1 dice: “¡Fíjense qué gran amor nos ha dado el Padre, que se nos llame hijos de Dios! ¡Y lo somos!”. Y en Efesios 2:19, la Biblia dice: “Por lo tanto, ustedes ya no son extraños ni extranjeros, sino conciudadanos de los santos y miembros de la familia de Dios”.

Necesitamos una renovación de nuestra identidad. Necesitamos leer la palabra de Dios y elegir creer que realmente somos lo que él dice que somos de una manera completa. Necesitamos dejar que nuestro Creador defina la identidad de su creación. Sirves a un Dios que te ha llamado su hijo. Independientemente de lo que hayas hecho bien o mal, independientemente de tus éxitos o tus fracasos, eres ante todo el hijo redimido del Dios Altísimo. Es hora de anclar tu identidad a la verdad inquebrantable de la Biblia.

Verás, no es suficiente saber lo que dicen las Escrituras. No basta con poder recitar versículos como, “¡que se nos llame hijos de Dios ¡Y lo somos!”. Mientras en lo profundo de tu corazón no creas la verdad de la Biblia, basarás toda tu vida en lo que más valoras. Si valoras la opinión del hombre sobre la palabra de Dios, tu identidad se basará en las opiniones fugaces y caprichosas de los demás. Si observas tus circunstancias para definirte, entonces tu identidad cambiará según la etapa que atraviesas. Pero si la identidad que crees en tu corazón se basa en la verdad de Dios, entonces tu autoestima, perspectivas, decisiones, inseguridades y creencias serán inquebrantables y darán vida abundante.

Tómate un tiempo hoy para evaluar tu propio corazón. Mira honestamente tus creencias. ¿Dónde estás buscando tu identidad? Confía en la verdad de la palabra de Dios de que la identidad de tu corazón provendrá de tu amoroso Creador. Que tu tiempo con la guía de oración esté marcado por una poderosa revelación de la verdad.

Guía de Oración: 

1. Medita en la verdad de tu identidad. 

“No temas, que yo te he redimido; te he llamado por tu nombre; tú eres mío”.  Isaías 43:1

“¡Fíjense qué gran amor nos ha dado el Padre, que se nos llame hijos de Dios! ¡Y lo somos!”. 1 Juan 3:1

2. ¿Qué estás permitiendo que te defina? En lo profundo de tu corazón, ¿qué valoras por encima de la verdad de la Biblia? 

3. Pídele al Espíritu Santo que le revele a tu corazón quién eres en Cristo. Abre tu corazón a Dios para que te revele la verdad de su perspectiva. Alinea tus creencias con la verdad de la Biblia.

Cuando se trata de tu identidad es absolutamente crucial hacer una evaluación honesta de tu corazón. No es suficiente ir a la iglesia, hablar de la Biblia, o incluso leer la palabra de Dios. Echa un vistazo a lo que realmente hay en lo profundo de tu corazón y está cambiando tu vida. No descanses hasta que tu vida (tus emociones, acciones y creencias) se alinee con la verdad de Dios. Deseo que seas energizado y renovado para buscar la plenitud de la vida que Dios tiene guardada para ti.

Lectura Complementaria: Salmo 139

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