Tema de la Semana: La Gracia

La gracia es un regalo que la mayoría de nosotros no sabemos cómo recibir. Estamos tan inundados con el sistema terrenal de dar y recibir, trabajar y ganar que la gracia es un concepto que pocos alcanzan a comprender. Sin embargo, solo la gracia tiene el poder de transformar vidas. Solo la gracia tiene el poder de llevar la libertad a los cautivos. Solo por gracia somos salvos. La mejor manera de usar nuestro tiempo es perseguir de manera consistente y apasionada una mayor revelación de la gracia de Dios.

Provisión llena de gracia

Pasaje Bíblico: “A los ricos de este mundo, mándales que no sean arrogantes ni pongan su esperanza en las riquezas, que son tan inseguras, sino en Dios, que nos provee de todo en abundancia para que lo disfrutemos”. 1 Timoteo 6:17

Devocional:

Somos los hijos de un Padre celestial que provee abundantemente todo lo que necesitamos para vivir, amar y trabajar de acuerdo con los planes perfectos que él tiene para nosotros. Mateo 6:26 ilustra bellamente la promesa de provisión de Dios. Jesús dice: “Fíjense en las aves del cielo: no siembran ni cosechan ni almacenan en graneros; sin embargo, el Padre celestial las alimenta. ¿No valen ustedes mucho más que ellas?”. La tierra demuestra claramente la capacidad de Dios para proveer para su creación. Da lluvia a la hierba del campo y los árboles del bosque. Luego, tan rápido como llegan las nubes, las quita para traer un sol que da vida a toda la creación. Y la declaración de Jesús en Mateo 6 lo deja claro: somos mucho más valiosos para Dios que cualquier otra parte de la creación. Somos de tal valor para Dios que envió a su único hijo, Jesús, a pagar el precio más alto de una muerte injusta, para que podamos vivir una vida nueva y abundante a través de él.

Dios nos provee tanto espiritual como físicamente debido a la gracia abundante que él tiene para nosotros. 1 Timoteo 6:17 dice: “A los ricos de este mundo, mándales que no sean arrogantes ni pongan su esperanza en las riquezas, que son tan inseguras, sino en Dios, que nos provee de todo en abundancia para que lo disfrutemos”. Es su gracia la que lo impulsa a bendecirnos abundantemente, aunque no merecemos nada. Su gracia lo impulsa a darnos todo buen don, no nuestras propias obras. Y debido a la gracia de Dios, podemos depositar nuestra esperanza en él sabiendo que siempre nos proveerá todo lo que necesitemos y teniendo la plena seguridad de que sus promesas se cumplirán.

1 Timoteo 6:17 ilustra claramente una separación entre poner nuestra esperanza en Dios y ponerla en nosotros mismos o en el mundo. Muy a menudo no tenemos en cuenta el hecho de que todo lo que tenemos nos fue dado por la gracia de Dios, y al hacerlo, permitimos que vaya creciendo en nuestros corazones la creencia de que nos hemos ganado lo que hemos recibido, dando como resultado un sentimiento de derecho en lugar de acción de gracias.

El sentimiento de derecho es una enfermedad que disemina la decadencia y la muerte por todo el cuerpo de Cristo. Mata cualquier área en la que se le permita entrar, guiándonos a una vida de orgullo y egoísmo en lugar de esperanza y alegría. Nos esclavizamos a nosotros mismos, como si de alguna manera mereciéramos posesión, estatus, poder, amistad o autoridad. Cuando no vemos todo lo que hemos recibido como un regalo por la gracia de Dios, vivimos nuestras vidas constantemente trabajando y esforzándonos para ganar lo que nuestro Padre celestial ya ha prometido darnos. Y cuando tenemos fallas o problemas, llevamos nosotros solos la carga de la necesidad en lugar de mirar a nuestro fiel Padre celestial como nuestro proveedor.

Esta vida no se trata de lo que tenemos, sino de la relación con el Dios que nos provee. Si Dios te ha bendecido abundantemente en el área de la provisión, te pido que uses cada posesión como otra oportunidad para dar gracias al Dios que te la proporcionó en su gracia. Cada talento, habilidad y dólar que posees te fue dado porque eres el hijo de un Padre que te ama más profundamente de lo que nunca sabrás. Todos nosotros hemos sido ricamente bendecidos por un Dios que nos provee fielmente. Que todos podamos caminar en la libertad que viene al vivir con la esperanza de Dios como nuestro único proveedor. Que veamos todo lo que Dios usa para proveernos como un maravilloso regalo que nos dio nuestro Padre celestial, y que podamos servir y amar solo a Dios mientras vivimos nuestras vidas libres de la esclavitud de perseguir al mundo.

Guía de Oración: 

1. Medita en la provisión de Dios. Permite que la Biblia transforme tu creencia acerca de qué o quién  te está proveyendo.

“A los ricos de este mundo, mándales que no sean arrogantes ni pongan su esperanza en las riquezas, que son tan inseguras, sino en Dios, que nos provee de todo en abundancia para que lo disfrutemos”. 1Timoteo 6:17

“Fíjense en las aves del cielo: no siembran ni cosechan ni almacenan en graneros; sin embargo, el Padre celestial las alimenta. ¿No valen ustedes mucho más que ellas?”. Mateo 6:26

“Así que mi Dios les proveerá de todo lo que necesiten, conforme a las gloriosas riquezas que tiene en Cristo Jesús”. Filipenses 4:19

2. Ahora reflexiona sobre tu propio corazón. ¿A qué te sientes esclavizado hoy? ¿Qué trabajo, persona u oportunidad sientes que se ha convertido en tu señor? ¿En qué áreas sientes el dolor de creerte con derechos en lugar de sentir la libertad de una perspectiva llena de gracia?

3. Confiesa a Dios cualquier trabajo, persona u oportunidad que hayas servido por encima de él. Entrégale a él cualquier manera en la que hayas estado viviendo para tu propio beneficio en lugar de vivir en función de una relación con él. Cuando confieses a Dios, permite que su Espíritu rompa las cadenas que te han estado esclavizando al mundo y sus principios.

El mundo constantemente intenta esclavizarnos y convencernos de que necesitamos lo que él tiene y que eso satisfará nuestras necesidades. Pero la palabra de Dios y nuestra experiencia muestran claramente que el mundo lejos de Dios solo trae dolor e insatisfacción. Proverbios 23:4-5 nos ordena: “No te afanes acumulando riquezas; no te obsesiones con ellas. ¿Acaso has podido verlas? ¡No existen! Es como si les salieran alas, pues se van volando como las águilas”. La satisfacción en el mundo viene y se va tan rápido como un águila que vuela sobre nuestra cabeza. Que encuentres la paz y la alegría que vienen de vivir tu vida en total libertad con respecto al mundo, y que puedas experimentar una esperanza y una alegría reavivadas, que solo vienen al servir a Dios como tu único Señor y proveedor.

Lectura Complementaria: Mateo 6

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