Tema de la Semana: Dios Habla

Tú y yo hemos recibido el inestimable regalo de la comunicación con Dios. La semana pasada aprendimos sobre el proceso de hacer que la tierra de nuestros corazones sea blanda y receptiva a Dios. Esta semana aprenderemos acerca de algunas maneras de recibir la semilla de su palabra. Que tu comunión con Dios florezca mientras entablas una conversación continua con tu amoroso y presente Padre celestial.

Pasaje Bíblico: “Clama a mí y te responderé, y te daré a conocer cosas grandes y ocultas que tú no sabes”. Jeremías 33:3

Devocional:

Durante mucho tiempo a lo largo de mi vida cristiana creí que a Dios no le gustaba hablar. Mi experiencia me llevó a pensar que Dios solo habló algunas veces en la historia y solo a personas como Moisés, David o Pablo, pero nunca a una persona como yo. Entonces un día Dios me habló. Le hice una pregunta en medio de la desesperación y él habló. El Creador del universo se abrió paso a través de las paredes de mis conceptos erróneos y habló a mi corazón con una voz clara e inequívoca.

Después de que Dios me habló con tanta claridad, comencé a tomarme un tiempo para escuchar. Y al hacer espacio para que Dios me hable, mi vida comenzó a ser transformada por una conversación interna y consistente con mi Padre celestial. Verás, la Biblia deja claro que a Dios le encanta hablar con sus hijos. Juan 8:47 dice: “El que es de Dios escucha lo que Dios dice”. Jeremías 33:3 dice: “Clama a mí y te responderé, y te daré a conocer cosas grandes y ocultas que tú no sabes”.  Isaías 55:3 dice: “Presten atención y vengan a mí, escúchenme y vivirán”. El Salmo 32:8 dice: “Yo te instruiré, yo te mostraré el camino que debes seguir; yo te daré consejos y velaré por ti”. La lista de pasajes sigue y sigue. Historia tras historia el pueblo de Dios escucha a Dios y conoce su voluntad. La Biblia es clara en que Dios nos habla a todos como a sus hijos de una manera que podemos entender y a través de todos los medios posibles.

Dios habla a través de todo tipo de formas. Con toda seguridad, él nos habla a través de su Palabra. La Biblia es uno de nuestros mayores regalos como cristianos. Es la misma palabra de Dios, “viva y poderosa, y más cortante que cualquier espada de dos filos. Penetra hasta lo más profundo del alma y del espíritu, hasta la médula de los huesos, y juzga los pensamientos y las intenciones del corazón”.  (Hebreos 4:12). Dios también nos habla directamente a través de su Espíritu Santo. Juan 16:13 dice: “Pero, cuando venga el Espíritu de la verdad, él los guiará a toda la verdad, porque no hablará por su propia cuenta, sino que dirá solo lo que oiga y les anunciará las cosas por venir”. Y la Biblia revela cómo Dios habla a través de su creación. Romanos 1:20 dice que “las cualidades invisibles de Dios, es decir, su eterno poder y su naturaleza divina, se perciben claramente a través de lo que él creó”.

Dios ama hablar. Él no está callado. Él no está distante. Él anhela que vivas conociendo su amor y su perfecta voluntad. La pregunta no es si Dios habla. La pregunta es, ¿tú escucharás? ¿Elegirás someterte a él, recibir y obedecer lo que él te diga? La primera vez que Dios me habló directamente, me pidió que hiciera algo increíblemente difícil. No tenía mucho sentido. Pero sabía que él había hablado, y en sumisión obedecí su orden y mi vida ha sido diferente desde entonces.

Escucha a Dios hoy. Calla tu alma y recibe el regalo de la conversación con tu Padre celestial. Dios ha colocado su Espíritu dentro tuyo, más cerca de ti de lo que puedes comprender. Estás unificado con Dios. Pide al Espíritu que te revele la palabra de Dios hoy. Pídele a Dios que te haga consciente de todas y cada una de las formas a través de las cuales desea hablar. Luego escucha con un corazón obediente y receptivo todas las cosas maravillosas que anhela decirte.

Guía de Oración:

1. Tómate un tiempo para calmar tu alma. Confiesa cualquier cosa que sientas que esté entorpeciendo el camino de tu relación con Dios. Entrégale cualquier cosa que te preocupe. Recibe su paz, y espera pacientemente a que hable.

“Presten atención y vengan a mí, escúchenme y vivirán”. Isaías 55:3

2. Escucha. Pregúntale al Espíritu qué siente Dios por ti. Pregúntale por su voluntad y dirección. Presta atención a cualquier pensamiento, inclinación o cambio en tus emociones que provenga del Espíritu Santo. Permite que Dios hable de la manera que quiera.

“Clama a mí y te responderé, y te daré a conocer cosas grandes y ocultas que tú no sabes”. Jeremías 33:3

3. Ahora gracias a Dios por hablar. Adóralo porque él no está distante. Deja que la verdad de su proximidad transforme hoy tu perspectiva y tus emociones.

Escucha a Dios a lo largo de tu día. Entabla con él una conversación consistente. Practica escucharlo en todas las circunstancias. Pide su ayuda y comprensión en cualquier cosa que te preocupe. El resto de esta semana estaremos practicando escuchar a Dios a través de diferentes maneras en las que él elige hablar. Que esta semana te lleve a una relación más profunda y satisfactoria con tu Padre celestial a medida que te relacionas con él en una conversación continua.

Lectura Complementaria: Juan 8

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